El metabolismo bacteriano es el proceso que utilizan las bacterias para mantenerse vivas. Los procesos metabólicos en las bacterias son bastante diversos y extremadamente fascinantes, al menos para las personas interesadas en este tipo de cosas. Las bacterias han desarrollado una asombrosa cantidad de formas de acceder a la energía disponible en el entorno natural para que puedan usarla para mantenerse vivas y realizar una variedad de funciones. El metabolismo bacteriano también es aprovechado por otros organismos; los humanos, por ejemplo, dependen de las bacterias en su intestino para descomponer los alimentos en componentes a los que sus cuerpos pueden acceder.
Un aspecto del metabolismo bacteriano implica la recolección de energía. Uno de los procesos disponibles para las bacterias es familiar para los humanos: la respiración. Sin embargo, a diferencia de los humanos, las bacterias pueden usar gases distintos del oxígeno en sus procesos de respiración, y algunas bacterias incluso son capaces de sobrevivir en ambientes anaeróbicos, así como en ambientes que contienen aire. Esta es una adaptación bastante notable que permite a las bacterias sobrevivir en entornos hostiles a medida que cambian las circunstancias.
Muchas bacterias son heterótrofas y utilizan materiales orgánicos para obtener energía al igual que los humanos. Los organismos pueden acceder a las moléculas del interior de los materiales de diversas formas. Una técnica que utilizan es la fermentación, en la que los materiales se descomponen en componentes utilizables. Algunas bacterias también pueden realizar la fotosíntesis, utilizando el sol como energía siempre que tengan acceso a los nutrientes, y otras son capaces de sobrevivir con materiales inorgánicos. Conocidas como litótrofas o autótrofas, estas bacterias pueden sobrevivir en entornos extremadamente duros.
La utilización de energía dentro de una bacteria también puede variar, dependiendo de la especie. Las bacterias usan energía para moverse, si son móviles, y para una variedad de otras tareas. Algunas bacterias han desarrollado formas interesantes de utilizar la energía a la que pueden acceder para mantener las funciones internas.
El metabolismo bacteriano permite que las bacterias permanezcan vivas para que puedan reproducirse, asegurando que la especie sobreviva al menos durante una generación más. La diversidad de procesos que utilizan las bacterias para metabolizar ilustra la amplia gama de entornos en los que pueden sobrevivir. Las bacterias son capaces de utilizar casi cualquier cosa para obtener energía, siempre que sean las especies adecuadas en el entorno adecuado. A algunos, conocidos como extremófilos, les gustan los entornos tan duros que la gente originalmente pensó que ningún organismo vivo podría sobrevivir en ellos, como las aguas termales y el funcionamiento de las plantas de energía nuclear.
Además de ser de interés intrínseco, el metabolismo bacteriano tiene varias aplicaciones. Algunos alimentos fermentados están hechos con bacterias, por lo que es importante saber qué bacterias están involucradas y cómo funcionan. El metabolismo bacteriano también es importante para el metabolismo animal, y las bacterias juegan un papel en los procesos metabólicos del organismo más grande al descomponer los alimentos ingeridos en componentes que el cuerpo puede metabolizar.