La ecología forestal es la ciencia de cómo los organismos reaccionan entre sí e interactúan con el medio ambiente de un ecosistema forestal. Este campo de estudio en particular es muy importante para quienes se preocupan por la conservación de los bosques. Sin buenos datos sobre el bosque, lo que lo hace saludable o insalubre, no hay forma de que se pueda implementar un plan sostenible. Un ecologista en este campo puede trabajar para una universidad, un servicio de parques o incluso una corporación privada.
Quienes se dedican a la ecología forestal esperan encontrar conclusiones sobre una serie de cuestiones. Los estudios pueden incluir la importancia de los bosques tanto viejos como nuevos, el nivel de amenaza de las especies de animales y plantas invasoras y el impacto de la actividad humana en el medio ambiente local. En algunos casos, dependiendo del tamaño del bosque, el ecologista puede necesitar considerar datos que abarcan varias zonas o biomas. Aunque estas áreas distintas pueden parecer no relacionadas, todas pueden apuntar a la salud general de un bosque.
La ecología forestal requiere mucho tiempo para registrar las diferentes especies que se encuentran en el sistema. A menudo, estos puntos de datos se compararán con los datos recopilados en años anteriores. Esta comparación debería proporcionar una buena idea de cuáles tienden a ser las tendencias a largo plazo del área. Una reducción de especies o un aumento en el número de especies pueden ser motivo de especial preocupación.
Si bien algunos pueden creer que la diversificación de especies es algo bueno, cualquier persona involucrada en la ecología forestal sabe que debe ser el tipo correcto de diversificación. Las especies invasoras de plantas y animales pueden diezmar las poblaciones nativas, cambiando así por completo casi todas las especies que se encuentran en el ecosistema forestal en cuestión de décadas. Si bien algunos pueden considerar esto como un curso natural de la naturaleza, otros culpan a los humanos por la introducción de ciertas especies. Esto puede dar lugar a un resultado muy poco natural.
Una vez que se han catalogado las especies y se han estudiado las tendencias, el siguiente paso es determinar si los cambios son parte de una maduración natural en la ecología forestal o el resultado de procesos no naturales. Esto se determina en parte al observar la cantidad de especies no nativas y comprender los cambios que tienen lugar en los bosques a lo largo del tiempo. A medida que las copas se vuelven más densas, por ejemplo, la cantidad de helechos y otra vegetación que cubre el suelo disminuirá debido a la falta de luz. Esto es de esperar.
Si los cambios se consideran insostenibles o antinaturales, se le puede pedir al ecologista que elabore un plan para restaurar la salud de los bosques. En algunos casos, puede que no haya solución, ya que los procesos y las especies involucradas pueden estar demasiado arraigados para cambiar. En otros casos, puede haber técnicas que puedan restaurar una ecología forestal más natural.