La gente ha estado practicando la meditación durante miles de años. En estos días, la capacidad de enfocar su mente en un objeto, o un mantra, o incluso en su propia respiración, se utiliza para marcar el comienzo de la relajación y la reducción del estrés. Centrar la atención en algo y bloquear pensamientos y estímulos extraños ayuda a algunos a aumentar su bienestar físico y emocional. Sin embargo, un experimento de 2015 de un investigador italiano logró resultados bastante diferentes. Se pidió a veinte voluntarios que miraran fijamente a los ojos de otra persona durante 10 minutos. Otros veinte miraron fijamente una pared en blanco. Pero los participantes que se miraron a los ojos no encontraron paz interior. Según un cuestionario tomado después del experimento, los participantes experimentaron síntomas disociativos como pérdida de memoria, distorsión visual, desapego de la realidad y un estado alterado de conciencia, como si hubieran tomado una droga que altera la mente.
Mírame a los ojos:
La disociación es un término utilizado en psicología para describir una variedad de experiencias psicológicas que hacen que una persona se sienta separada de su entorno inmediato.
“Los participantes en el grupo que miraba fijamente a los ojos dijeron que habían tenido una experiencia convincente que no se parecía a nada que hubieran sentido antes”, escribió el investigador Christian Jarrett en el Research Digest de la British Psychological Society.
Los investigadores explicaron que los resultados probablemente tenían algo que ver con un concepto llamado «adaptación neuronal», donde las neuronas de una persona se ralentizan, o incluso se detienen, en respuesta a una estimulación invariable.