El tratamiento de la sepsis urinaria depende de la etapa de la enfermedad, que es una complicación de una infección en el cuerpo. Es posible que se requieran varios medicamentos para tratar el problema de manera temprana y agresiva. Es posible que sea necesario realizar un seguimiento y una cirugía de cerca para los casos más graves de sepsis urinaria. Tratarlo temprano aumenta las posibilidades de supervivencia del paciente, mientras que ignorar los síntomas puede provocar un shock séptico o la muerte.
Al diagnosticar la sepsis urinaria, el médico prescribe al paciente ciertos tipos de medicamentos que tratan la infección. Los antibióticos de amplio espectro generalmente se administran por vía intravenosa para eliminar los tipos comunes de bacterias que causan enfermedades en el cuerpo. Luego, el médico realiza un seguimiento con análisis de sangre adicionales para identificar la fuente específica de bacterias que está causando la sepsis. Una vez que los resultados estén disponibles, el paciente puede cambiar a un nuevo antibiótico para la fuente específica de infección.
Si es necesario, el médico también puede recetar otros medicamentos para controlar la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre. Los vasopresores ayudan a tratar a los pacientes con sepsis cuya presión arterial desciende a niveles peligrosamente bajos. Estos medicamentos mantienen la presión arterial bajo control al contraer los vasos sanguíneos del cuerpo. También se puede recetar insulina para estabilizar el azúcar en sangre mientras se trata la sepsis urinaria.
También se debe prestar atención a otros síntomas asociados con la infección. El médico puede administrar medicamentos para evitar que el sistema inmunológico se debilite. Se pueden administrar corticosteroides en dosis bajas para tratar la inflamación, mientras que los sedantes y analgésicos ayudan a tratar las molestias causadas por la enfermedad.
La terapia basada en líquidos también puede estar reservada para pacientes con un caso grave de sepsis urinaria. Durante el tratamiento, los pacientes reciben varias cantidades de líquidos por vía intravenosa para evitar daños mayores al cuerpo. Los líquidos intravenosos ayudan a proteger los órganos vitales y a regular la presión arterial para que el paciente no entre en shock. Según un recurso médico, los tipos estándar de líquidos intravenosos utilizados para tratar la sepsis incluyen cristaloides y coloides. Los cristaloides consisten en una solución salina soluble en agua que ingresa al torrente sanguíneo, mientras que los coloides están hechos de una sustancia más espesa y más difícil de disolver, como la sangre.
Dependiendo del paciente y de la gravedad de la sepsis, se pueden usar terapias y procedimientos adicionales para proteger otras funciones del cuerpo. Por ejemplo, el oxígeno de un ventilador puede ayudar al paciente a respirar con facilidad. También se puede administrar diálisis renal para ayudar a los riñones a filtrar las toxinas de la sangre. En algunos casos, es posible que se requiera cirugía para eliminar abscesos o pus, así como para eliminar la fuente de infección.