¿Cuáles son los diferentes tipos de terapia para la adicción al sexo?

El concepto de adicción al sexo es moderadamente controvertido entre los psicólogos que estudian el comportamiento sexual en humanos, y debido a esto, no existe una terapia estándar única para la adicción al sexo. Algunos programas de tratamiento emplean un proceso similar al que utilizan los programas diseñados para ayudar a los pacientes a recuperarse de la adicción a las drogas o al alcohol. Otros tratamientos se enfocan principalmente en el contexto social y familiar de la identidad sexual y buscan fomentar relaciones interpersonales más saludables. Otros programas hacen hincapié en el examen y el tratamiento de cualquier problema subyacente que cause la adicción sexual. Varios programas de tratamiento complementan estos tratamientos con medicamentos.

No hay una definición única de adicción al sexo universalmente aceptada y no todos los expertos creen que exista tal condición. Entre quienes reconocen esta condición, las definiciones tienden a centrarse en acciones involuntarias. En otras palabras, los pacientes pueden ser diagnosticados con adicción sexual si tienen dificultades para controlar sus impulsos y si esa falta de control dificulta su capacidad para cumplir con sus obligaciones sociales y profesionales.

Los tipos más comunes de terapia para la adicción al sexo se basan en posibles paralelos entre el comportamiento sexual compulsivo y los comportamientos mostrados por otros tipos de adictos. Estos programas a menudo emplean programas de recuperación de varios pasos diseñados para modificar gradualmente el comportamiento. Con frecuencia hacen uso de técnicas de construcción de comunidad, como las que usa Alcohólicos Anónimos, que están diseñadas para brindar asesoramiento y apoyo en un entorno grupal. Una versión más extrema de este tipo de terapia se basa en una sesión inicial en un centro de rehabilitación para comenzar a romper viejos patrones de comportamiento.

Una segunda variedad de terapia para la adicción al sexo depende del papel de las relaciones sociales y sexuales saludables. Este tipo de terapia examina las relaciones familiares e incluye asesoramiento tanto individual como familiar. Dicho tratamiento puede ayudar a resolver problemas existentes y también puede servir para resaltar las posibles consecuencias del comportamiento de un adicto al sexo.

La terapia individual para la adicción al sexo puede centrarse en cambio en el vínculo entre el pensamiento y la acción que está en el corazón del comportamiento de un adicto. Este estilo de terapia trabaja para romper patrones dañinos de pensamiento y acción. Luego, se fomentan patrones más saludables para reemplazarlos.

Algunos médicos emplean medicamentos como parte de un programa de terapia para la adicción al sexo. Los antidepresivos se utilizan con mayor frecuencia para este propósito y tienen un doble propósito. Por un lado, se cree que muchos adictos al sexo están motivados por la depresión y que el tratamiento de la depresión subyacente podría ayudar a tratar la adicción. Esta clase de fármaco a menudo produce efectos secundarios que disminuyen la libido, y se considera que esta reducción del deseo sexual general es útil como parte de la terapia para la adicción al sexo.