La nanomedicina es la aplicación médica de la nanotecnología molecular (MNT), una ciencia aún en desarrollo dedicada a la construcción de dispositivos biomecánicos microscópicos como nanomáquinas y nanorobots. Estos dispositivos son tan pequeños que se miden en nanómetros, o mil millonésimas de metro. La nanotecnología molecular tiene como objetivo manipular átomos y moléculas de manera precisa y controlada. Aplicados a la medicina, los nanorobots se programarían para tareas biológicas específicas y se inyectarían en la sangre en solución para trabajar a nivel celular y hacer de todo, desde reparar tejidos, limpiar arterias, atacar células cancerosas y virus como el SIDA, e incluso revertir el proceso de envejecimiento. .
Tan fantásticas como suenan estas afirmaciones, los científicos creen que podríamos ver tales avances dentro de tres décadas.
Prácticamente todas las enfermedades, lesiones y desgaste del cuerpo se pueden rastrear hasta el nivel celular. La tecnología médica actual no proporciona a los médicos un medio para tratar células selectivas o «editar» enfermedades a partir del código genético. En cambio, se utilizan herramientas comparativamente rudimentarias que gravan el cuerpo por sí mismas. La cirugía, si bien salva vidas, también es un proceso invasivo que causa un estrés significativo en el cuerpo. En muchos casos, el tratamiento implica la extirpación de segmentos enteros del cuerpo dejando a la paciente con cicatrices o sin la capacidad de tener hijos, todo lo cual afecta la calidad de vida. Si se destruye un órgano, el paciente queda relegado a la espera de una lista de donantes. Los medicamentos a menudo tratan el subproducto de un problema, no el problema en sí. En el mejor de los casos, los medicamentos afectan a todo el cuerpo en lugar de administrarlos directamente donde se necesitan. La quimioterapia mata indiscriminadamente las células, sanas y cancerosas, pero el cáncer a veces regresa.
La promesa de la nanomedicina es dar a la humanidad un paso de gigante en la forma en que se mantiene la salud y se tratan las enfermedades. Si nacen, los nanorobots in vivo tendrían la capacidad de viajar directamente a las células problemáticas y reparar cualquier enfermedad que exista a nivel celular sin trauma, dolor o desfiguración adicional.
Los nanorobots son tan pequeños que trabajarían en enjambres, inyectados en el torrente sanguíneo en solución acuosa. Para las primeras generaciones de personas tratadas con nanomedicina, es posible que los nanorobots solo realicen tareas muy simples. Pueden controlar la química corporal (para los diabéticos, por ejemplo) o pueden llevar la medicina directamente a las células cancerosas. Se espera que las encarnaciones posteriores de nanorobots erradiquen la enfermedad mediante la prevención en una etapa temprana, haciendo innecesarios los tratamientos farmacológicos posteriores.
Se cree que los nanorobots repararán los órganos viajando hasta el propio órgano y regenerando tejido sano donde sea necesario, poniendo fin a las listas de donantes. Algunos científicos creen que podrán revertir el daño espinal y la parálisis reparando nervios, cartílagos y huesos. En última instancia, será posible la regeneración de las extremidades. Incluso puede ser posible revertir el proceso de envejecimiento en sí reparando, y quizás previniendo, el desgaste del cuerpo relacionado con la edad. Se espera que la esperanza de vida humana y la calidad de vida se extiendan mucho más allá de su estado actual.
Con el tiempo, la asistencia sanitaria funcionaría desde una postura totalmente preventiva. Con un medio simple de detección y reparación tempranas, habría muchas menos enfermedades que tratar.
La otra promesa de la nanomedicina es mejorar drásticamente la calidad de vida incluso cuando la extiende. Teóricamente es posible borrar las arrugas, eliminar el exceso de grasa y la celulitis del cuerpo, fortalecer los músculos y los huesos, restaurar el cabello y reparar la visión.
La nanomedicina es única entre las prácticas de atención médica por varias razones. Sus herramientas moleculares podrán fabricarse en “nanofábricas” de escritorio libres de contaminación, lo que hará que la nanomedicina sea muy asequible. También es altamente portátil y fácil de administrar, con gran parte del tratamiento autodirigido o programado, un escenario que no se limita a la infraestructura industrial, sino que se presta a las naciones del tercer mundo y pone fin a enfermedades como el VIH y el sida.
Si las perspectivas de la nanomedicina generan preocupaciones sobre la superpoblación, la nanotecnología molecular también propone nanorobots para limpiar el aire, eliminar los contaminantes del agua potable y los océanos y restaurar nuestros ecosistemas. Crea un medio no solo para apoyar a una población que vive más tiempo, sino para mantenerla de una manera que sea saludable para el planeta y no requiera despojarla de sus recursos naturales. El MNT y la nanomedicina son tecnologías ecológicas que se complementan entre sí.
A largo plazo, los científicos visionarios ven a la MNT como un posible medio para prepararse para la colonización espacial mediante el envío de nanorobots y nanomáquinas para construir estructuras y crear ecosistemas en otros planetas. Incluso se ha sugerido que la nanomedicina aplicada en el mundo del mañana podría incluir la alteración de la fisiología humana para adaptarse mejor a las condiciones atmosféricas de otros mundos.
Dejando de lado las esperanzas a largo plazo, el futuro inmediato de la nanomedicina está lleno de promesas para una generación nacida que nunca sabrá lo que es envejecer a medida que adquiere sabiduría o sufrir una enfermedad. Aunque la mayoría de los científicos no especularán sobre cuánto tiempo vivirá un cuerpo humano cuando se pueda mantener una salud perfecta, es seguro que las vidas se extenderían mucho más allá de lo que vemos hoy.
No es exagerado decir que la nanomedicina y la nanotecnología molecular, en su mejor perspectiva, podrían llevar a la humanidad y al planeta a una nueva era de salud y longevidad. Si cumplen incluso una parte de lo que prometen, los milagros podrían estar en el próximo horizonte. Sin embargo, algunos expertos creen que los peligros potenciales requieren mayor atención.