La artrodesis de rodilla es un tipo de procedimiento quirúrgico relativamente poco común en el que la articulación de la rodilla se fusiona en una sola unidad inmóvil. Este tipo de fusión articular se puede llevar a cabo cuando las infecciones o los tumores de la rodilla han destruido el tejido articular, pero se utiliza con mayor frecuencia cuando ha fallado una artroplastia de rodilla artificial. Una artrodesis exitosa da estabilidad a la rodilla y alivia el dolor, pero tiene la desventaja de que la articulación ya no es flexible. Por este motivo, la artrodesis de rodilla se realiza normalmente en una sola rodilla, para mantener la movilidad del paciente.
Las prótesis totales de rodilla fallidas son la principal razón para realizar una artrodesis de rodilla. Otras personas que pueden beneficiarse de la artrodesis de rodilla incluyen aquellas que son jóvenes y están involucradas en algún tipo de trabajo físico pesado. Esto se debe a que es más probable que una artrodesis dure y dure más que las articulaciones de reemplazo, que pueden fallar en el futuro y requerir más cirugía de rodilla.
Una operación de artrodesis de rodilla implica preparar y recortar los extremos de los huesos que forman la articulación de la rodilla, para que se fusionen en el ángulo correcto. Normalmente, la rodilla se coloca de manera que esté ligeramente doblada y girada hacia afuera desde la línea media. Se colocan trozos de tejido óseo, llamados injertos óseos, dentro y alrededor de la articulación para estimular la curación y la fusión. A veces, se colocan clavijas de metal en los huesos y se fijan a un marco de metal que se usa fuera del cuerpo. Esto se conoce como fijación externa y sirve para mantener los huesos en su lugar hasta que se produce la fusión, cuando se retiran el marco y los pasadores.
En otro tipo de cirugía articular, la artrodesis de rodilla se lleva a cabo uniendo los huesos internamente con clavos. Esto se conoce como clavado intramedular y los clavos permanecen dentro del cuerpo. Una tercera técnica, llamada fijación con placa, utiliza placas de metal para mantener unidos los huesos.
La complicación más frecuente asociada con la artrodesis de rodilla es cuando los huesos no se fusionan. A veces se produce una infección o se pueden romper los huesos o las fijaciones metálicas. La pierna también puede ser más corta después de la cirugía.
Ocasionalmente, después de la artrodesis, una persona puede experimentar dolor en la espalda baja y en la cadera y el tobillo del mismo lado que la articulación fusionada. El dolor también puede surgir en la rodilla, el tobillo y la cadera opuestos. El pronóstico para la artrodesis de rodilla depende del método utilizado y el motivo de la cirugía, pero en alrededor del 80 por ciento de los casos, la fusión es exitosa y se lleva a cabo dentro de los seis meses.