Un antipirético es una droga o hierba que reduce la fiebre o pirexia. Los ejemplos más comunes de estos son medicamentos de venta libre como acetaminofén (paracetamol), ibuprofeno y aspirina, que vienen en una variedad de formas. También hay muchos remedios a base de hierbas que tienen propiedades para reducir la fiebre y una acción similar a los medicamentos fabricados. Actualmente, la comunidad médica continúa debatiendo los beneficios de los antipiréticos.
La mayoría de los fármacos antipiréticos reducen la fiebre al actuar sobre sustancias químicas del cuerpo como la interleucina, que indican al hipotálamo que aumente la temperatura. Tienden a ser efectivos solo cuando hay fiebre real y no bajan la temperatura corporal si está dentro del rango normal. Esto es útil porque muchos antipiréticos tienen otras funciones, como aliviar el dolor o disminuir la inflamación.
Como se indicó, los medicamentos antipiréticos más conocidos son el acetaminofén, la aspirina y el ibuprofeno. Por lo general, estos medicamentos son fáciles de encontrar en farmacias o supermercados y vienen en una variedad de formas, como píldoras, líquidos y supositorios. No todas las personas se benefician de todos los medicamentos. Los niños y las personas con ciertas afecciones estomacales no deben usar un antipirético como la aspirina. El ibuprofeno también puede irritar el revestimiento del estómago y el acetaminofeno no es una buena opción para alcohólicos o pacientes con disfunción hepática.
Algunas otras drogas o sustancias tienen beneficios antipiréticos, pero no se usan con tanta frecuencia para reducir la fiebre. Estos incluyen la quinina, que es más probable que se tome para tratar la malaria. Muchos de los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), una clase que incluye la aspirina y el acetaminofén, combaten la fiebre, pero se recetan principalmente para el dolor y la inflamación.
También hay una lista extensa de remedios a base de hierbas para la fiebre, que comprende más de 50 compuestos. Entre estos se incluyen milenrama, hierba gatera, jengibre y matricaria. Otras hierbas antipiréticas sugeridas son reina de los prados, equinácea, fenogreco y foca dorada.
Tanto en el conocimiento de las hierbas como en la medicina tradicional, existe la duda de si se deben usar antipiréticos. A veces, la fiebre es tan alta que conviene bajarla inmediatamente. Particularmente en los bebés menores de siete semanas, una fiebre que excede los 101 ° F (38.33 ° C) requiere atención de emergencia. Los bebés que tienen entre ocho semanas y tres meses de edad deben recibir un tratamiento con un antipirético y consultar a un médico a las pocas horas de tener una fiebre tan alta.
Por lo general, en niños mayores y adultos, no es necesario tratar una fiebre inferior a 102 ° F (38.89 ° C). Es importante vigilar la temperatura para asegurarse de que no suba. Sin embargo, la mayoría de los expertos médicos señalan la naturaleza beneficiosa de la fiebre para combatir una infección y se inclinan a argumentar que un antipirético solo es beneficioso para una persona que se siente incómoda. En otras palabras, el uso de antipiréticos no siempre es apropiado, especialmente si la fiebre es leve.