Uno de los problemas con el uso de ciprofloxacina y la lactancia se refiere a las recomendaciones mixtas sobre el uso del medicamento por parte de las madres lactantes. Algunos expertos en salud han dicho que la ciprofloxacina presenta un riesgo mínimo durante la lactancia, mientras que otros no han recomendado el medicamento cuando una mujer amamanta a un niño. Estudios limitados han demostrado que el antibiótico pasa a la leche materna, pero los niveles varían. La investigación reveló que la ciprofloxacina podría dañar los huesos y las articulaciones de la descendencia de los animales.
Los científicos analizaron la sangre de bebés amamantados cuyas madres tomaron ciprofloxacina en un estudio. Se registraron niveles más altos del medicamento aproximadamente dos horas después de que las mujeres recibieron dosis orales del medicamento. La cantidad total de ciprofloxacina en el suero infantil se mide por debajo de las dosis típicamente recetadas para bebés con ciertas afecciones. Cuando los científicos analizaron la sangre de un niño cuya madre combinó la ciprofloxacina y la lactancia durante 10 días, no apareció ninguna cantidad medible del fármaco.
La incertidumbre y los resultados científicos mixtos han llevado a la mayoría de los pediatras a sugerir antibióticos alternativos para las madres lactantes. La Academia Estadounidense de Pediatría ha considerado que la ciprofloxacina y la lactancia probablemente sean seguras, a menos que un niño sufra de una deficiencia enzimática específica que podría debilitar las articulaciones. Un historial familiar del trastorno también podría poner a ciertos bebés en mayor riesgo.
La ciprofloxacina trata la infección bacteriana al bloquear una enzima necesaria para que las bacterias se multipliquen. El fármaco mata una amplia gama de bacterias y, por lo general, actúa sobre gérmenes resistentes a otros antibióticos. Representa un tratamiento común para las infecciones del tracto urinario, los parásitos intestinales y las infecciones pulmonares, incluidas la neumonía y la bronquitis. Una sola dosis de ciprofloxacina también funciona para tratar la gonorrea.
Aunque existen advertencias sobre la ciprofloxacina y la lactancia, el medicamento se puede administrar a niños pequeños con infecciones del tracto urinario que no responden a otros medicamentos. Los niños también pueden tomar este medicamento para la salmonela y las infecciones después de la quimioterapia. El tratamiento químico del cáncer generalmente disminuye el funcionamiento del sistema inmunológico del cuerpo al destruir las células sanguíneas sanas, lo que aumenta el riesgo de infección.
El efecto secundario más común de este medicamento incluye náuseas que pueden producir vómitos, diarrea y calambres. Los efectos adversos menos comunes pueden aparecer como debilidad y fatiga, y algunos pacientes informan mareos y pérdida de apetito. También se puede desarrollar una erupción, especialmente en personas alérgicas al medicamento.
Los pacientes que toman ciprofloxacina deben evitar la leche y los medicamentos que contienen calcio, magnesio y zinc. Estos minerales pueden prevenir la absorción del fármaco en el torrente sanguíneo. También deben evitar la exposición excesiva a la luz solar porque el medicamento puede aumentar la sensibilidad a los rayos dañinos y causar una erupción. Los médicos generalmente recomiendan que los pacientes aumenten la ingesta de líquidos mientras usan el medicamento para prevenir la formación de cristales en la orina.