¿Qué es la fulguración?

La fulguración es un procedimiento médico que implica el uso de una corriente eléctrica de alto voltaje para destruir el tejido. Este procedimiento se realiza para eliminar tumores, eliminar úlceras y tratar otros tipos de lesiones dentro y fuera del cuerpo. Lo realiza un cirujano que ha recibido formación especializada para realizar electrocirugía de forma segura y eficaz. Dependiendo de la naturaleza del procedimiento, se puede realizar en un quirófano o en una clínica quirúrgica.

En la fulguración tradicional, también conocida como electrofulguración, el cirujano sostiene un electrodo con forma de aguja justo sobre el área del tejido involucrado. Las chispas saltan de la aguja al tejido, quemándolo en el proceso. El tejido carbonizado muere y no puede volver a crecer. Con el electrodo, el cirujano puede controlar cuidadosamente la cantidad de tejido que muere y la profundidad de la fulguración. El objetivo es dañar el tejido, no extirparlo.

Las personas también pueden usar este término para referirse a técnicas que utilizan láseres. Los láseres médicos se pueden ajustar para realizar una serie de funciones diferentes, incluida la cauterización del tejido para detener el sangrado, cortar el tejido y dañar el tejido para que no vuelva a crecer. Cuando se utilizan láseres para fulguración, el cirujano selecciona la configuración adecuada y coloca el láser con cuidado para apuntar solo al área deseada y evitar dañar los tejidos circundantes.

La destrucción de tejido con corriente eléctrica se recomienda con mayor frecuencia en el caso de tratamiento oncológico. La fulguración se puede usar para destruir un tumor en el sitio y puede ser una opción cuando no es posible extirpar un tumor con un procedimiento de resección. También se puede utilizar para destruir completamente los márgenes que rodean un tumor con el fin de reducir el riesgo de recurrencia. Otros usos de la fulguración pueden incluir la obliteración de úlceras y otras lesiones que no se pueden extirpar quirúrgicamente.

Cuando se recomienda la fulguración a un paciente como una opción de tratamiento, puede ser útil preguntar por qué un cirujano la recomienda y qué otras opciones de tratamiento pueden estar disponibles. Los pacientes también pueden querer discutir los posibles resultados del tratamiento para que tengan una idea de qué esperar. También se recomienda hablar sobre la recuperación quirúrgica antes de que se lleve a cabo la cirugía, ya que brinda a los pacientes la oportunidad de prepararse con anticipación. Hablar con pacientes que se han sometido al procedimiento puede ser útil para las personas que están preocupadas o que quieren algunos consejos de alguien que se haya recuperado con éxito.