¿Cuáles son los tratamientos más comunes para los discos abultados?

Un disco abultado se produce cuando el disco lleno de líquido entre las vértebras de la columna se desplaza fuera de lugar. Los tratamientos más comunes son el reposo, la medicación, los ajustes quiroprácticos, la fisioterapia y las inyecciones de esteroides. Para afecciones más graves, es posible que se requiera cirugía. Un profesional médico diagnosticará la afección después de un examen o durante exploraciones del cuerpo, como una resonancia magnética (IRM).

A diferencia de una hernia de disco, que suele ser dolorosa porque el disco toca un nervio, un disco abultado no suele ser doloroso. Sin embargo, el disco debe tratarse, ya que un mayor abultamiento puede causar una desalineación de la columna y volverse doloroso. Para problemas leves, el profesional de la salud prescribirá reposo para aliviar la presión ejercida sobre el área. También puede restringir ciertas actividades o deportes extenuantes en los que los giros y movimientos repentinos pueden agravar el problema.

A menudo se prescriben medicamentos como tratamiento para los discos abultados. Los analgésicos antiinflamatorios o generales pueden ayudar a aliviar el dolor o las punzadas de los movimientos repentinos. Si los medicamentos de venta libre no eliminan el problema, se pueden recomendar relajantes musculares o analgésicos recetados.

A veces también se usan inyecciones de esteroides, especialmente si solo hay un disco abultado. El medicamento esteroide se inyecta cerca del sitio del disco para aliviar el dolor localizado. La inyección también se puede administrar directamente en el canal espinal, similar a una epidural. Estos tipos de inyecciones se utilizan normalmente cuando la compresión del nervio provoca entumecimiento en brazos o piernas.

Los tratamientos no médicos para los discos abultados incluyen ajustes quiroprácticos y fisioterapia. Una vez que se identifica la desalineación, un quiropráctico puede manipular la columna vertebral del paciente para colocar las vértebras en el lugar apropiado. La fisioterapia también ayuda a minimizar cualquier problema de rigidez o restricciones de movimiento.

La disectomía es un procedimiento quirúrgico que se puede realizar si otros tratamientos no quirúrgicos son ineficaces. Esto implica extraer una pequeña parte de las vértebras llamada lámina para aliviar la presión sobre el nervio espinal y permitir que el disco vuelva a su posición normal.

Una foraminotomía es otro de los tratamientos quirúrgicos para los discos abultados destinados a aliviar la presión sobre el nervio. El procedimiento requiere que el cirujano extraiga cualquier fragmento y afeite partes del área alrededor de donde el nervio se mueve hacia el canal espinal. Al agrandar esta área, hay menos posibilidades de que los discos abultados ejerzan presión sobre el nervio y causen dolor.