Los remedios caseros pueden ayudar a reducir la irritación de la garganta y curar la tos leve. Al usar el tratamiento de la tos, las personas deben vigilar de cerca al paciente: si los síntomas empeoran o el paciente comienza a tener dificultad para respirar, acuda siempre a un médico. Además de tratar los síntomas, la mayoría de los remedios caseros para la tos también tratan la causa subyacente y ayudarán al paciente a expectorar el moco atrapado en los pulmones y a respirar más fácilmente.
Mientras usa remedios caseros para la tos, intente también mejorar el entorno del paciente. El aire tibio y húmedo es bueno para las personas con tos y, en casos de tos extrema, el paciente puede beneficiarse de tomar una ducha caliente, permanecer en un baño húmedo o pararse sobre un fregadero envuelto en una toalla mientras deja correr agua caliente. El aire caliente y húmedo ayuda a romper el moco, lo que permite que el paciente lo expectore. Además, los líquidos son una parte fundamental del tratamiento de la tos; Mantenga al paciente bebiendo mucha agua, jugo y té de hierbas mientras evita la cafeína y el alcohol.
La mayoría de los remedios caseros aprovechan las propiedades naturales de las plantas. El jengibre, el limón, el ajo, el cardamomo, las almendras y la cúrcuma son buenos para quienes padecen tos, al igual que la miel. Quizás el remedio casero más común sea el jugo de limón y la miel mezclados con agua hirviendo. Esta mezcla ayuda a calmar la garganta y favorece la expectoración de mocos. Este remedio casero se puede tomar en cualquier momento, aunque es más eficaz si se toma varias veces al día. Agregue jengibre para obtener propiedades curativas adicionales o si la persona que sufre de tos siente náuseas.
Otro remedio casero utiliza la cúrcuma tostada, que es eficaz para la tos seca. Se puede mezclar con miel y tomar a cucharadas. Masticar las vainas de cardamomo puede ayudar, al igual que remojar las almendras durante la noche para quitarles la piel exterior marrón y molerlas en una pasta que se puede untar sobre el pan con mantequilla y azúcar y comer para reducir la tos seca e improductiva. El ajo también puede ayudar y estimula el sistema inmunológico.
Además de los remedios caseros para la tos que se toman por vía oral, algunos pacientes también usan gárgaras, generalmente con sal y limón, para aclarar la garganta. Un paciente también puede usar una tetera nasal, que dirige el vapor hacia la nariz para despejar los senos nasales, o un aerosol salino que puede rociarse por la nariz. Algunos pacientes también se benefician al pasar tiempo en una sauna o al usar compuestos tópicos para calentar el pecho para calentar los pulmones y aflojar la mucosidad que contienen.
Una variedad equilibrada de remedios caseros en combinación con calor, descanso y muchos líquidos puede ayudar a acabar con la tos o el resfriado. Si los síntomas continúan, empeoran o van acompañados de sangrado o dificultad para respirar, el paciente debe acudir a un profesional de la salud o al servicio de urgencias si los síntomas lo ameritan. Asegúrese de decirle al profesional médico cuánto tiempo ha estado enfermo el paciente, qué tipos de remedios se han utilizado y los síntomas que ha estado experimentando el paciente.