Cuando una persona ha perdido mucha sangre, se deben tomar medidas de inmediato. La presión arterial del paciente debe elevarse lo antes posible para eliminar la posibilidad de que sufra un shock circulatorio, que puede ser fatal. Un método para elevar la presión arterial rápidamente es mediante la introducción de una gran cantidad de solución salina en las venas de la persona. Los profesionales médicos hacen esto mediante la administración de un bolo de solución salina, una inyección rápida de una gran cantidad de solución salina.
La administración de medicamentos por vía intravenosa (IV) es un proceso en el que se administran medicamentos a un paciente insertando una aguja directamente en la vena e inyectando el medicamento. Los medicamentos o líquidos se pueden administrar rápidamente usando una jeringa o lentamente usando una bolsa que gotea el medicamento a través de una línea intravenosa y dentro de la vena del paciente. Apretar la bolsa manualmente o usar herramientas especiales puede empujar rápidamente el líquido a través de la línea intravenosa para administrar un bolo.
A menudo se administra solución salina a los pacientes para aumentar su presión arterial. Cuando una persona sufre pérdida de sangre, su presión arterial desciende drásticamente. La falta de presión arterial significa que la sangre tiene dificultades para llegar a los órganos vitales del cuerpo, lo que puede provocar un shock. El bombeo de solución salina al sistema circulatorio de la persona aumenta la presión arterial, por lo que la sangre continúa circulando por los órganos del cuerpo. Le da tiempo al paciente hasta que una transfusión de sangre pueda reemplazar la sangre que se ha perdido o, en el caso de infecciones, se puede administrar un tratamiento con antibióticos y comenzar a funcionar.
Hay tres tipos diferentes de shock: hipovolémico, distributivo y cardiogénico. En el shock hipovolémico, al menos una quinta parte del suministro de sangre del cuerpo se pierde rápidamente a través de sangrado o vómitos, y el corazón no recibe suficiente sangre para suministrarla a los órganos, que comienzan a cerrarse como resultado. El shock distributivo es el resultado de la dilatación de los vasos sanguíneos del cuerpo y, con mayor frecuencia, es causado por una infección, como la sepsis. El tercero, el shock cardiogénico, es causado por la falla del corazón para bombear sangre de manera adecuada por todo el cuerpo. Los bolos de solución salina se administran generalmente para el choque hipovolémico y distributivo, pero no para el choque cardiogénico.
Hay otras razones para administrar un bolo de solución salina, pero la prevención del shock es una de las más importantes. El personal médico puede salvar vidas con la administración oportuna de un bolo de solución salina. Esto hace que el bolo de solución salina sea una herramienta importante en el arsenal médico.