Los apoyos bucales son dispositivos de seguridad sencillos pero eficaces que utilizan muchos dentistas. A veces denominado bloque de mordida, el soporte bucal está diseñado para ayudar a mantener la boca lo suficientemente abierta para que el dentista pueda realizar cualquier tipo de procedimiento dental que requiera el paciente. Un dispositivo de este tipo es particularmente útil para los niños y otras personas que tienen dificultades para mantener la boca abierta durante períodos prolongados.
En apariencia, el soporte bucal dental típico parece una pequeña cuña. No hay bordes afilados en el soporte, lo que ayuda a que la herramienta sea un poco más cómoda para los pacientes dentales. El dispositivo normalmente está construido con goma o un material similar que es menos probable que cause algún tipo de irritación en los dientes o el revestimiento de la cavidad bucal. TVP, o vulcanizado termoplástico, es el material más común utilizado en la creación de accesorios bucales dentales en la actualidad.
Otra característica clave del soporte de boca es la inclusión de crestas a lo largo de la parte superior e inferior del dispositivo. Las crestas ayudan a que los dientes a lo largo de la parte posterior de la boca agarren el puntal con mayor facilidad. Esto ayuda a minimizar las posibilidades de deslizamiento mientras el dentista realiza el procedimiento deseado.
Por lo general, un dentista tendrá varios tamaños diferentes de accesorios a mano en un momento dado. Hay versiones que son lo suficientemente pequeñas para usarse con niños pequeños, así como accesorios para la boca más grandes que son adecuados para adultos. Debido a la amplia gama de tamaños, es posible encontrar el soporte bucal adecuado para mantener la boca abierta lo suficiente para que el dentista trabaje sin temor a que el paciente cierre accidentalmente la boca y muerda los dedos del dentista.
Si bien muchos pacientes experimentan poca o ninguna molestia al usar un soporte bucal, hay algunas personas que no pueden soportar que se use el dispositivo durante un período de tiempo prolongado. Cuando este es el caso, el paciente puede agitarse y posiblemente experimentar un ataque de ansiedad. Los dentistas a veces usan algún tipo de sedante junto con el soporte bucal, lo que minimiza la posibilidad de que el paciente experimente una reacción tan desagradable.
También hay pacientes que experimentan un reflejo nauseoso cuando se utiliza un soporte bucal. El reflejo puede ser lo suficientemente fuerte como para desencadenar regurgitación. Con pacientes de este tipo, puede ser necesario encontrar algún otro medio para mantener la boca lo suficientemente abierta para que el dentista complete el procedimiento.