Un bypass axilo-femoral, también llamado injerto de bypass axilofemoral, es un tipo de cirugía. Se realiza para reparar un bloqueo ubicado dentro de la arteria principal, que envía sangre a las piernas desde el corazón. Este procedimiento quirúrgico implica la adición de una arteria artificial. La nueva arteria, hecha de plástico, está conectada a las arterias de la clavícula y la ingle para permitir un flujo sanguíneo adecuado y sin inhibiciones a las piernas.
La revascularización quirúrgica es un método de tratamiento bastante común para los problemas del sistema vascular que impiden que la sangre fluya correctamente hacia o desde el corazón. Aunque las derivaciones de injerto se pueden colocar en vasos problemáticos para volver a abrirlos, las derivaciones no siempre son opciones ideales. En muchos casos, hay demasiado daño en los vasos para que las derivaciones sean efectivas.
La sangre transporta nutrientes y oxígeno a través del cuerpo a los tejidos y órganos que dependen de ella. Cuando la arteria de las piernas está bloqueada, las piernas carecen de estos nutrientes y oxígeno vital. Quienes la padecen experimentan dolor en las piernas como síntoma más notable, pero las piernas también pueden parecer frías al tacto y, a veces, entumecidas. La falta de flujo sanguíneo aumenta el riesgo de infección, incluso por la lesión más pequeña, y el tejido comienza a morir porque no tiene el oxígeno ni los nutrientes necesarios para ayudar a que las células del tejido se mantengan vivas y se repliquen. Es fundamental someterse a una derivación axilo-femoral lo antes posible, sobre todo para prevenir la pérdida de las piernas.
Un cirujano experimentado realiza un procedimiento de derivación axilo-femoral y al paciente se le administra anestesia general para inducir el sueño. El cirujano hace incisiones debajo de la clavícula y en cada ingle para localizar la arteria de la clavícula y la arteria de la ingle. Antes de colocar la arteria plástica en su lugar, el cirujano hará un túnel debajo de la superficie de la piel. La arteria artificial se pasa a través de este túnel y se une en cada extremo a la arteria correspondiente. Luego, todas las incisiones se cierran con puntos de sutura.
Después de la cirugía de bypass axilo-femoral, es necesaria una hospitalización. Los médicos deben controlar al paciente para asegurarse de que haya regresado el flujo sanguíneo y no se produzca una infección. Los pacientes tendrán una vía intravenosa en un brazo que se engancha a bolsas de líquidos o medicamentos. Las incisiones serán un poco dolorosas y se ofrecen analgésicos. El cirujano también puede colocar pequeños tubos de drenaje alrededor de las heridas para evitar la acumulación de sangre y líquidos en el área.
El movimiento estará limitado durante unos días después de la derivación axilo-femoral. Aunque las piernas pueden comenzar a mostrar signos de flujo sanguíneo, como calor, no se anima a los pacientes a moverse hasta el segundo día. Los vendajes de las heridas generalmente se retiran en unos pocos días y los tubos de drenaje salen en aproximadamente dos o tres días. A los pacientes a menudo se les permite irse a casa en un plazo de tres a cuatro días y se les dan instrucciones estrictas sobre los niveles de actividad y el reposo.