Se puede hacer un tratamiento casero para el acné con ingredientes básicos del hogar y puede ayudar a reducir la inflamación del acné de leve a moderada. Se pueden crear exfoliantes, mascarillas y tratamientos para cicatrices a partir de productos básicos y se pueden usar solos o combinados con productos químicos para combatir el acné para crear un régimen de piel que elimine el acné. Es importante tener en cuenta las posibles fuentes de alergia al intentar tratamientos caseros para el acné; Las alergias a la aspirina, los huevos, las nueces y ciertas frutas o verduras pueden interferir con los remedios caseros para el acné. Se debe evitar una receta casera si una persona tiene o sospecha una alergia a algún ingrediente.
Crear un tratamiento casero para el acné que pueda usarse como exfoliante es un proceso simple que requiere solo unos pocos ingredientes. El bicarbonato de sodio es una sustancia antimicrobiana y antifúngica natural que se puede utilizar para crear un gran exfoliante. Humedezca un pequeño puñado de bicarbonato de sodio con agua y frótelo suavemente sobre la cara húmeda. Frotar en círculos pequeños ayuda a que el polvo texturizado elimine la piel muerta y limpie completamente los poros. El azúcar y la sal mezclados con semillas de uva o aceite de oliva pueden ser un buen exfoliante para el acné que combatirá la sequedad mientras elimina la piel muerta. Agregar una gota de aceite esencial de árbol de té a un exfoliante de bicarbonato de sodio o sal también puede aumentar las propiedades antisépticas, combatiendo las imperfecciones actuales y previniendo otras nuevas.
Una excelente manera de crear un tratamiento casero para el acné es preparando una mascarilla. Las mascarillas son generalmente soluciones más espesas que se dejan sobre la piel durante 10 a 20 minutos y pueden repetirse varias veces a la semana. Un tratamiento casero popular para el acné es una mascarilla de aspirina, que es una mezcla de tabletas de aspirina disueltas en agua y mezcladas con miel. Esta mascarilla puede ser ideal para una reducción temporal del enrojecimiento, pero solo deben usarla quienes estén seguros de que no son alérgicos a la aspirina. La mezcla de avena con agua también se puede usar como mascarilla para absorber el exceso de grasa y eliminar los puntos negros de la cara mientras es lo suficientemente suave como para evitar que la piel se reseque demasiado.
Si la piel es propensa a las cicatrices o las marcas rojas tienden a permanecer meses después de que ha desaparecido una mancha de acné, considere la posibilidad de crear un tratamiento de cicatrices casero. Estos tratamientos pueden reducir temporalmente el enrojecimiento o ayudar a mejorar la renovación celular para eliminar las marcas antiguas de la piel. Algunos recomiendan dejar jugo de limón o jugo de tomate fresco sobre la piel durante la noche; el ácido cítrico de estos productos puede ayudar a aclarar la piel descolorida. Una simple mascarilla de aceite de oliva o de semilla de uva también puede servir como un tratamiento casero del acné para las cicatrices, ya que la hidratación intensa suaviza la piel y puede reducir los bordes duros alrededor de las cicatrices del acné hundidas o picadas.