¿Qué es el isoproterenol?

El isoproterenol, también llamado hidrocloruro de isoproterenol o isuprel, es un medicamento que es estructuralmente similar a la epinefrina. Ayuda a relajar los músculos lisos y aumenta la actividad del corazón. La apertura de vías bronquiales que se contraen mientras un paciente está bajo anestesia es el uso más común de este medicamento. Comienza a funcionar rápidamente y se desgasta en unas pocas horas.

A los pacientes que experimentan broncoespasmo se les puede administrar isoproterenol para facilitarles la respiración. El broncoespasmo puede ser causado por una reacción alérgica, un ataque de asma o como síntoma de una enfermedad. En esta afección, los conductos de aire pequeños, llamados bronquiolos, que normalmente tienen solo aproximadamente 0.04 mm (1 pulgadas) de diámetro, se contraen bajo la presión de los músculos que los rodean. Los pacientes que están bajo anestesia pueden tener riesgo de broncoespasmo, y se puede administrar isoproterenol mientras el paciente está inconsciente para contrarrestar la afección.

El cuerpo tiene su propio remedio para esta condición, en forma de adrenalina. Esta hormona ayuda a que las vías respiratorias se dilaten, pero una vez que se agota la adrenalina, es posible que las vías respiratorias se vuelvan a cerrar. Los medicamentos similares a la epinefrina, como el isoproterenol, actúan de manera similar a la adrenalina, abriendo las vías respiratorias restringidas y permitiendo que el paciente respire normalmente.

El isoproterenol también se administra ocasionalmente a pacientes que han sufrido un paro cardíaco, ya sea como tratamiento temporal hasta que se pueda administrar la desfibrilación o como tratamiento si la desfibrilación no es necesaria. Además, este medicamento puede usarse como parte de un tratamiento para pacientes que están en estado de shock. En algunos casos, el fármaco también se puede administrar como inhalante para controlar los síntomas en pacientes que tienen bronquitis crónica o asma.

A diferencia de la epinefrina, el isoproterenol se dirige específicamente solo a ciertos receptores β del cuerpo. Se une a los receptores β1 y β2, que aumentan la frecuencia cardíaca y relajan los músculos lisos alrededor de los conductos bronquiales, respectivamente. La epinefrina también estimula estos mismos receptores β, aunque también se dirige a ciertos receptores α.

El isoproterenol comienza a actuar a los pocos minutos. Después de su administración, los conductos bronquiales del paciente se abren, la frecuencia cardíaca aumenta y la presión arterial diastólica disminuye, lo que permite que la sangre fluya más fácilmente a través del cuerpo. Muchos pacientes también pueden experimentar palpitaciones cardíacas, aumento del estado de alerta y nerviosismo. Esto se debe al hecho de que la droga imita la adrenalina, que es responsable de la respuesta de «lucha o huida». Los efectos del isoproterenol desaparecen en unas tres horas.