Los beneficios de la terapia cognitivo-conductual para el insomnio incluyen reducción de la depresión y la ansiedad, así como nuevos hábitos relacionados con el sueño que minimizan o eliminan la afección. Las técnicas de terapia cognitivo-conductual a menudo mejoran ciertas condiciones de salud mental, creando la tranquilidad que podría ser necesaria para dormir profundamente. Una persona puede tener pensamientos negativos específicos y luchas relacionadas con quedarse dormido o permanecer dormido y puede necesitar la orientación de un experto para superar estos patrones de pensamiento. Las técnicas de asesoramiento a menudo ayudan a una persona a establecer comportamientos y rutinas más saludables relacionados con el sueño. Los tratamientos de terapia cognitivo-conductual efectivos generalmente conducen a una menor necesidad de medicamentos para dormir.
Al lidiar con la depresión o la ansiedad, los sentimientos persistentes de preocupación o tristeza pueden interferir con el sueño. La terapia cognitivo-conductual para el insomnio trabaja para reducir los pensamientos negativos que causan preocupación excesiva o ansiedad persistente. Una persona puede tener dificultades para conciliar el sueño debido a preocupaciones sobre las finanzas, por ejemplo. En este caso, las sesiones de asesoramiento pueden centrarse en la causa de los sentimientos y ayudar a transformar los patrones de pensamiento problemáticos en más productivos. A medida que disminuyen los sentimientos de depresión o ansiedad, la confianza para remediar la situación financiera podría mejorar, lo que resultará en una mayor relajación y una mayor facilidad para conciliar el sueño.
Para algunas personas, el insomnio es causado por sentimientos y pensamientos negativos sobre sus patrones de sueño. Acostarse por la noche mientras se temen las horas inevitables de dar vueltas y vueltas a veces se convierte en una creencia autocumplida. La terapia cognitivo-conductual para el insomnio descubre estas creencias y, a menudo, se basa en una variedad de técnicas para superar el problema, que incluyen imágenes, hipnosis, meditación y visualización. A los clientes se les puede enseñar a practicar estas técnicas en casa o usar herramientas de audio y / o visuales antes de acostarse, como una grabación de sonido de hipnosis o imágenes visuales de entornos serenos.
La terapia cognitivo-conductual para el insomnio también puede centrarse en las causas conductuales del problema. Algunos casos de insomnio son causados por siestas excesivas, ambientes ruidosos para dormir o por consumir estimulantes demasiado cerca de la hora de acostarse. Las sesiones de terapia examinan estos factores y ayudan a los clientes a establecer patrones de comportamiento más funcionales. Los nuevos hábitos que se deben establecer podrían incluir usar una cubierta para los ojos para bloquear la luz, limitar la cafeína durante varias horas antes de acostarse y eliminar la exposición a programas de televisión que provocan ansiedad antes de dormir.
Uno de los beneficios asociados con el asesoramiento para el insomnio es la reducción de la necesidad de medicamentos para dormir. A medida que la ansiedad disminuye y se establecen patrones de sueño más saludables, el insomnio se vuelve un problema menor. Reducir y / o eliminar los medicamentos para dormir suele ser un proceso gradual que viene con un compromiso constante de asistir a sesiones de asesoramiento y realizar cambios cognitivos y de comportamiento.