¿Qué factores afectan una dosis suficiente de loperamida?

La loperamida, comúnmente conocida como Imodium®, es un medicamento de venta libre popular para el tratamiento de la diarrea aguda. A veces se recomienda una dosis más baja de loperamida como tratamiento para la diarrea crónica. Siempre que tome loperamida, se debe usar la dosis efectiva más baja posible. Aparte de la longevidad de la afección, la edad es el factor más importante para determinar la dosis inicial adecuada de loperamida a administrar.

Cuando se trata la diarrea aguda, la dosis recomendada de loperamida para el primer día es de 4 mg administrados por vía oral con 2 mg adicionales después de cada evacuación intestinal blanda. Por lo general, la mejoría es evidente en 48 horas. La dosis total de loperamida no debe exceder los 16 mg en 24 horas.

La dosis recomendada para el tratamiento de la misma afección en niños de entre ocho y 12 años de edad es de solo 2 mg inicialmente, con dosis de mantenimiento que no superan los 6 mg al día. Para los niños de entre seis y ocho años, la dosis máxima diaria no debe exceder los 4 mg. Los niños entre dos y cinco años deben recibir solo 1 mg inicialmente y no más de 3 mg al día. Después de un solo día de tratamiento, el medicamento solo debe administrarse después de una evacuación intestinal blanda, con una dosis diaria total del paciente que no exceda 1 mg por kg de peso corporal.

Al tratar la diarrea crónica, los adultos deben usar primero la dosis estándar para la diarrea aguda para lograr un nivel de tratamiento revolucionario. Posteriormente, la dosis de loperamida debe reducirse al nivel más bajo posible que sea eficaz para controlar los síntomas del paciente. No se ha demostrado que las dosis superiores a 16 mg al día ofrezcan una mayor eficacia en el tratamiento de la diarrea crónica, y las dosis de mantenimiento eficaces más comunes promedian entre 4 mg y 8 mg administrados al día. Aún no se ha determinado una dosis de loperamida segura y eficaz para el tratamiento de la diarrea crónica en poblaciones pediátricas.

Debido a los mayores riesgos de la loperamida cuando se toma en dosis altas o durante un período prolongado, es importante administrar la menor cantidad posible de este medicamento. Si bien generalmente se considera un medicamento seguro, algunos efectos secundarios de la loperamida pueden incluir mareos, desorientación, somnolencia, estreñimiento, sarpullido leve con picazón en la piel o dolor de estómago leve. Sin embargo, si estas afecciones se agravan o van acompañadas de un empeoramiento de la afección, es posible que sean signos de una reacción alérgica grave. El uso de loperamida debe suspenderse inmediatamente en pacientes que se quejan de tales síntomas.