La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune inflamatoria que afecta principalmente a las articulaciones. Los médicos suelen recetar el medicamento infliximab para la artritis reumatoide porque bloquea una sustancia celular que causa inflamación. El infliximab puede ser eficaz para controlar los síntomas de la AR, pero no es una cura y conlleva algunos efectos secundarios graves.
El tratamiento para la artritis reumatoide generalmente comienza con una clase de medicamentos llamados medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME). Esta clase incluye los medicamentos metotrexato y leflunomida. Los pacientes toman un medicamento antiinflamatorio no esteroideo como el ibuprofeno junto con el DMARD. Si el tratamiento con FARME no logra controlar los síntomas de la AR, el médico puede recetar un inhibidor del TNF-alfa en su lugar.
Se desconoce la causa exacta de la AR, pero la inflamación asociada es causada por una citocina específica. El factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) es una molécula de proteína de señalización producida para regular las células del sistema inmunológico. El TNF-alfa que funciona correctamente ayuda al cuerpo de varias maneras, incluida la asistencia en el ciclo de muerte natural de las células. Una abundancia de TNF-alfa que funciona mal en una región del cuerpo causa inflamación.
Los médicos recetan infliximab para la artritis reumatoide porque es un inhibidor del TNF-alfa. El medicamento se adhiere químicamente al TNF-alfa producido para evitar que la sustancia se adhiera a sus receptores. Esto reduce la concentración, lo que, a su vez, reduce la inflamación.
La dosis de infliximab para la artritis reumatoide se administra mediante inyección intravenosa. La dosis debe ser administrada en el consultorio de un médico por un médico o una enfermera. Completar una dosis puede tardar hasta dos horas. Los pacientes regresan para la siguiente dosis en tan solo dos semanas o hasta dos meses, según la necesidad.
Los efectos secundarios menores de este medicamento incluyen calambres estomacales, acidez y dolores de cabeza. Los pacientes deben notificar al médico si los efectos secundarios se agravan e incluyen dolor de pecho, convulsiones o hinchazón. Se debe informar al médico si el paciente está tomando anakinra o etanercept, ya que los medicamentos pueden interactuar con infliximab.
El infliximab para la artritis reumatoide tiene efectos potencialmente graves a largo plazo. Existe alguna evidencia de que el tratamiento con inhibidores de TNF-alfa puede causar una forma de linfoma de rápido crecimiento en un pequeño subconjunto de pacientes. El medicamento también puede hacer que el paciente sea más susceptible a infecciones que pueden convertirse en una enfermedad grave.
Los pacientes a los que se les recete infliximab para la artritis reumatoide deben permanecer en contacto constante con el médico. Los efectos secundarios, grandes o pequeños, deben informarse de inmediato. El médico puede decidir suspender este tratamiento medicinal en favor de un medicamento que se adapte mejor al paciente.