Los tratamientos para condilomas incluyen medicamentos tópicos, temperaturas bajo cero, corriente eléctrica y láseres de dióxido de carbono. Los médicos también pueden optar por la extirpación quirúrgica. El curso del tratamiento generalmente depende de la salud del paciente y del estado del sistema inmunológico, el estado del embarazo y el éxito de los métodos de tratamiento anteriores. Los proveedores de atención médica generalmente solo tratan a pacientes con lesiones visibles con la esperanza de que la extracción ayude al sistema inmunológico a inhibir la replicación de las células virales.
El tratamiento inicial suele consistir en la aplicación de un gel, una solución o un ungüento tópicos sobre las lesiones. Algunos medicamentos requieren múltiples aplicaciones diarias, mientras que otros deben aplicarse una vez al día durante un número específico de días a la semana. Estas preparaciones son generalmente cáusticas y están diseñadas para destruir el tejido lesionado. Los efectos secundarios varían según el tipo de medicamento y van de leves a graves. Algunos agentes tópicos pueden causar ardor y picazón en el área circundante, y otras formulaciones pueden ulcerar dolorosamente la piel.
Cuando los medicamentos tópicos dan resultados inadecuados y la paciente está embarazada, los médicos suelen tratar el condiloma con crioterapia. Este tipo de tratamiento de condilomas generalmente es exitoso en lesiones más pequeñas. Se aplica una criosonda, que contiene nitrógeno líquido, a cada lesión. La congelación rápida y la descongelación subsiguiente rompen las paredes celulares y producen un daño celular extenso. La inflamación posterior al tratamiento también puede contribuir al proceso de destrucción celular.
La electrodesecación, o electrocirugía, es un proceso en el que se pasa corriente eléctrica a través de una aguja o un pequeño bucle. El método de la aguja bipolar proporciona calor generado de alta frecuencia para localizar puntos. Un asa bipolar quema y corta el tejido al mismo tiempo que detiene el sangrado. Este tipo de tratamiento para condilomas se usa a menudo para eliminar verrugas genitales más grandes. Se puede realizar de forma ambulatoria con anestesia local.
La terapia con láser de dióxido de carbono se puede realizar con anestesia local o general. El tratamiento del condiloma de esta manera generalmente destruye las lesiones sin afectar la piel sana circundante. Los pacientes que padecen lesiones resistentes o extensas a menudo se benefician de este tipo de tratamiento de condilomas. Los informes afirman que hasta la mitad de los pacientes que reciben tratamiento con láser quedan completamente libres de lesiones en tres años.
La extirpación quirúrgica de las lesiones del condiloma implica la extirpación del tejido del cuerpo con un bisturí y puede realizarse bajo anestesia local o general. Este método de tratamiento de condilomas generalmente se reserva para procesos de enfermedad extensos o resistentes, y es posible que se requieran suturas después de la extirpación de la lesión. Los estudios indican que hasta el 72% de los pacientes sometidos a extirpación quirúrgica quedan libres de lesiones en un año.