¿Qué es el misoprostol?

El misoprostol es un medicamento desarrollado originalmente para prevenir las úlceras de estómago causadas por medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Sin embargo, más pruebas demostraron la eficacia del fármaco para inducir el aborto y tratar los abortos espontáneos. El misoprostol también se usa para inducir el trabajo de parto en embarazos a término. Este último uso ha causado controversia, ya que algunos en la comunidad médica creen que el uso de misoprostol aumenta las posibilidades de complicaciones potencialmente fatales durante el trabajo de parto.

El misoprostol es un medicamento eficaz cuando se toma para prevenir las úlceras de estómago inducidas por AINE. El medicamento actúa desactivando las células parietales del estómago, deteniendo la secreción de ácido gástrico. Aunque existen muchos otros medicamentos recetados para tratar la misma afección, los efectos particulares de los AINE hacen que el misoprostol sea la mejor opción de tratamiento. El medicamento también tiene el beneficio adicional de estimular la secreción del revestimiento mucoso protector del estómago. Por estas razones, muchos médicos recetan el medicamento al mismo tiempo que un AINE.

El misoprostol también se usa comúnmente para inducir el aborto en los embarazos del primer y segundo trimestre. Si se usa correctamente, es un medicamento seguro que carece de los posibles efectos secundarios adversos del aborto quirúrgico. Para aumentar las posibilidades de que el aborto tenga éxito, el fármaco se suele tomar junto con la mifepristona, conocida en muchas partes del mundo como RU-486. Esta combinación de fármacos garantiza una tasa de éxito de casi el 95%. Solo en casos muy raros, el aborto con medicamentos con medicamentos causa efectos secundarios para la mujer.

Debido a su eficacia como medicamento para el aborto, el misoprostol también se prescribe después de un aborto espontáneo. Hay varias razones por las que puede ocurrir un aborto espontáneo en el primer y segundo trimestre del embarazo. Las anomalías cromosómicas, la deficiencia de progesterona y las malformaciones uterinas son solo algunos ejemplos que provocan la muerte fetal. Al igual que cuando se usa para inducir el aborto, el medicamento provoca la evacuación uterina de manera segura sin ninguna posibilidad de daño permanente al sistema reproductivo de la mujer.

Un uso controvertido del misoprostol es su uso como medicamento para inducir el parto. Aunque efectivo, un debate que comenzó en 2000 comenzó cuando algunos miembros de la comunidad médica vincularon la droga con la embolia de líquido amniótico, la quinta causa principal de muerte materna. Como esta condición médica es muy rara, un estudio doble ciego para probar o refutar la participación del fármaco es casi imposible. A pesar del debate, el medicamento todavía se usa ampliamente para inducir el parto y cuenta con la aprobación tanto de la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. Como del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos.