La terapia multifamiliar incorpora a varios pacientes y miembros de la familia juntos en sesiones de terapia grupal. Este enfoque se puede utilizar en una variedad de entornos para la terapia para pacientes hospitalizados y ambulatorios, con diversos grados de intensidad. Requiere un compromiso total no solo de los pacientes, sino también de sus familiares, ya que abandonar la terapia puede tener consecuencias negativas para los participantes. Las instalaciones de salud mental, los centros comunitarios y las clínicas pueden ofrecer terapia multifamiliar.
Durante este tipo de terapia, los pacientes tienen condiciones similares; todos pueden ser residentes de un pabellón de trastornos alimentarios, por ejemplo, o pueden tener enfermedades mentales graves, como esquizofrenia. Los pacientes pueden experimentar los beneficios de la terapia de grupo al trabajar con personas que comparten sus experiencias. Se pueden otorgar los mismos beneficios a los miembros de la familia, que pueden sentirse menos aislados cuando participan en la terapia multifamiliar.
Las sesiones de terapia multifamiliar pueden tener lugar a diario o con menos frecuencia, según el programa, e incluir a miembros de un grupo mixto. Participan en actividades compartidas, conversan e intercambian información e ideas. Los miembros de la familia pueden encontrar útil aprender de otras familias sobre cómo afrontan problemas médicos graves. Los pacientes pueden apoyarse entre sí y ayudar a las familias a comprender sus afecciones y cómo ayudarlos durante la recuperación. La experiencia compartida de una enfermedad mental o el cuidado de alguien con un trastorno psiquiátrico puede unir a los miembros del grupo.
Este tipo de terapia se considera confidencial. Los miembros no comparten procedimientos con personas ajenas al grupo. Además de asistir a sesiones de terapia multifamiliar, las personas también pueden visitar a los proveedores de atención por su cuenta. Las sesiones personales, o las sesiones limitadas a pacientes individuales y sus familias, pueden complementar las experiencias de terapia grupal. El mejor plan de atención puede depender del paciente y la afección, y puede determinarse reuniéndose para discutir la situación antes de comenzar la terapia.
Una ventaja potencial de la terapia multifamiliar es que puede ser menos costosa. Esto puede ser una preocupación para los pacientes que necesitan pagar de su bolsillo o que tienen una cobertura de seguro limitada. Para estirar aún más los fondos disponibles para el tratamiento, estas sesiones grupales pueden crear una red de apoyo que los pacientes y las familias pueden utilizar en su vida diaria. Los pacientes que se hacen amigos, por ejemplo, pueden ser amigos que brindan apoyo por teléfono o en persona cuando sus parejas tienen dificultades. Asimismo, los miembros de la familia pueden establecer conexiones entre ellos para crear sus propios grupos de apoyo para ayudar fuera de las sesiones.