¿Qué es un tratamiento de primera línea?

El tratamiento de primera línea se refiere al medicamento o régimen de tratamiento que se usa primero, después del diagnóstico de una afección clínica. Normalmente es el tratamiento que tiene más datos sobre su eficacia y seguridad para esa condición específica. Por lo general, el tratamiento de primera línea incluye medicamentos que han existido durante un período prolongado, ya que hay mucha experiencia con ellos, tanto en la práctica como a través de estudios clínicos.

La mayoría de los países tienen un organismo nacional que supervisa su sistema de salud, que incluye pautas estandarizadas para cada condición clínica. Estas pautas normalmente son elaboradas por juntas u organizaciones específicas en cada especialidad, dirigidas por un grupo de especialistas. Por ejemplo, el Colegio Americano de Cardiología (ACC) ha establecido una guía para el tratamiento del infarto de miocardio, que incluye el tratamiento de primera línea.

Al establecer el tratamiento de primera línea para cualquier condición clínica o enfermedad, el grupo de especialistas se reunirá y analizará todos los datos relacionados con el tratamiento de la condición específica. Esto incluirá ensayos controlados aleatorios, la farmacología del fármaco, la farmacoeconomía y la experiencia con la terapia. Una vez que se hayan tenido en cuenta todos estos y otros factores, se establecerá un protocolo de tratamiento de primera línea según el que tenga más probabilidades de ser eficaz.

El tratamiento de primera línea no solo incluye la elección de la medicación utilizada, sino también las mejores medidas no farmacológicas como la fisioterapia o la psicoterapia. En la mayoría de los pacientes, el tratamiento de primera línea debería provocar la resolución de la enfermedad. Sin embargo, en un pequeño número puede no funcionar y en estos casos puede ser necesario un tratamiento de segunda y tercera línea.

En algunos casos, como en el tratamiento del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el tratamiento de primera línea se reemplaza por un tratamiento de segunda línea si el paciente falla en la primera línea. El fracaso de la primera línea se refiere al hecho de que el virus se ha vuelto resistente a algunos o todos los medicamentos del régimen. El VIH generalmente se trata con terapia triple o con tres medicamentos diferentes.

El VIH se replica y cambia continuamente y puede causar mutaciones que lo hagan resistente a algunos de los medicamentos. Se realiza una carga viral regular en pacientes que toman terapia antirretroviral y, si esta aumenta a pesar de una buena adherencia a la medicación, puede ser un indicio de resistencia. En estos casos, se pueden cambiar a un tratamiento de segunda línea, que también contendrá al menos tres medicamentos, generalmente de diferentes clases, que serán activos contra el VIH y reducirán la carga viral.