El tratamiento más adecuado para una laringe inflamada puede variar desde el simple reposo para ver si el paciente se recupera de forma independiente hasta la cirugía para tratar un trastorno de las cuerdas vocales. Los pacientes que notan hinchazón y síntomas como ronquera, dificultad para tragar y tos pueden querer ver a un médico para discutir la situación y explorar posibles opciones de tratamiento. Cualquier caso de lo que parezca ser un dolor de garganta o ronquera que persista durante más de una semana es un motivo potencial de preocupación y, en casos de síntomas persistentes, es importante que el paciente consulte a un médico para asegurarse de que el problema es abordado de manera oportuna.
Los pacientes pueden desarrollar hinchazón en la laringe debido a infecciones, irritación, cáncer y lesiones como pólipos o úlceras causadas por reflujo ácido severo. Cuando un paciente acude al médico con la laringe inflamada, el médico puede realizar un examen físico y mirar dentro de la garganta para ver si alguna causa probable es visible. La recomendación inicial podría ser descansar, beber líquidos y evitar usar la voz para ver si la hinchazón baja. Si esto no funciona, o si el médico sospecha que no ayudaría, podría ser necesario un tratamiento más agresivo.
En el caso de una infección, se pueden administrar antibióticos si las bacterias son responsables de la inflamación de la laringe. Los medicamentos antiinflamatorios, incluidos los que el paciente puede comprar en la farmacia, pueden ayudar a reducir la hinchazón y hacer que el paciente se sienta más cómodo. El médico también podría recomendar continuar hidratando y usar un humidificador para aumentar la humedad en el aire. Esto puede mantener la laringe hidratada y aliviar la hinchazón y la sequedad. También podría reducir la producción de moco.
Si la causa puede tratarse quirúrgicamente, el médico podría discutir algunas opciones de tratamiento quirúrgico para una laringe inflamada. Es necesario extirpar crecimientos como los pólipos, y es posible que el paciente necesite tratamientos como quimioterapia y radiación si los crecimientos son cancerosos. El médico puede recomendar una cirugía para tratar otros trastornos de las cuerdas vocales y la laringe. Un especialista en oído, nariz y garganta generalmente evalúa al paciente para determinar el mejor curso de acción para abordar el problema.
Después de que un paciente recibe tratamiento para una laringe inflamada, puede ser necesario un período de recuperación. El descanso puede darle a la garganta la oportunidad de sanar, y las personas que usan su voz de manera profesional pueden necesitar tomarse un tiempo libre del trabajo. Un patólogo del habla y el lenguaje puede ayudar a los pacientes durante la recuperación mientras recuperan la fuerza vocal y vuelven a aprender a hablar, si es necesario. Algunas cirugías pueden cambiar la estructura de la laringe, por lo que los pacientes pueden necesitar un período de adaptación para acostumbrarse a hablar y adquirir un mayor control vocal.