Hay una serie de factores genéticos, dietéticos y de estilo de vida que pueden contribuir a que una persona desarrolle niveles altos de colesterol. Se desea un tipo de colesterol, el HDL, en concentraciones elevadas; sin embargo, su contraparte de baja densidad tiene efectos negativos en el cuerpo. Muchas personas optan por utilizar agentes farmacológicos de la clase de las estatinas para ayudar a regular sus niveles de colesterol, pero existe un método de tratamiento alternativo a la simvastatina para quienes no desean elegir la ruta de tratamiento típica. Las alternativas a la simvastatina incluyen cambios específicos en el estilo de vida y suplementos no médicos.
La hipercolesterolemia o colesterol alto es una enfermedad potencialmente mortal. Aunque el colesterol es necesario para el mantenimiento celular y otras funciones esenciales, niveles excesivamente altos pueden causar una gran cantidad de problemas cardiovasculares. Entre estos problemas se encuentran las arterias endurecidas conocidas como aterosclerosis, así como la coagulación de los vasos sanguíneos. Estas dolencias son dos de las muchas que pueden impedir el flujo sanguíneo por todo el cuerpo.
Si una persona sufre de colesterol alto, es importante que consulte a un médico. Esta enfermedad es interna, por lo que la mejor manera de conocer cualquier cambio en los niveles de colesterol es hacerse pruebas con regularidad. Si el médico está preocupado por los niveles de un paciente, puede optar por controlar el colesterol con un medicamento como simvastatina. Si un paciente no se siente cómodo con el régimen medicado, puede elegir una alternativa a la simvastatina.
La simvastatina utiliza un mecanismo que inhibe la hormona responsable de generar colesterol. Las medidas alternativas no actúan necesariamente a nivel celular. Más bien, implementar cambios en el estilo de vida puede ayudar a controlar el colesterol peligrosamente alto.
La alternativa de simvastatina más típica recetada por un médico o un profesional de la medicina alternativa es el ejercicio regular y el control de la dieta. El ejercicio ayuda a mejorar la función cardiovascular, contrarrestando los efectos negativos del colesterol de baja densidad. Por lo general, la duración mínima del ejercicio es de 30 minutos y debe ser de naturaleza cardiovascular en lugar de entrenamiento de fuerza. Esto debe hacerse al menos tres veces por semana para experimentar algún tipo de beneficio.
Las dietas ricas en grasas saturadas y aceites aumentan los niveles de colesterol, por lo que es obvio que la regulación de dicha ingesta junto con el aumento de la buena comida puede funcionar a favor de reducir el colesterol. Comer cereales integrales y carnes magras mientras se minimizan los alimentos grasos son formas en las que la dieta puede actuar como una alternativa a la simvastatina. Además, ha habido una cantidad cada vez más significativa de investigación que sugiere los beneficios de los suplementos de aceite de pescado para reducir los niveles de colesterol.