La sertralina es un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) que se utiliza en el tratamiento de enfermedades mentales comunes como la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno disfórico premenstrual y los ataques de pánico. Actúa bloqueando la recaptación de serotonina en el cerebro, lo que resulta en una pérdida de los síntomas depresivos. Existe una conexión entre la sertralina y el aumento de peso, y los cambios de peso se enumeran como uno de los efectos secundarios del medicamento. La conexión entre la sertralina y el aumento de peso es una preocupación importante para los pacientes que toman este medicamento.
Los ISRS se recetaron originalmente para ayudar con la pérdida de peso en personas obesas. Los estudios han demostrado que el uso prolongado de ISRS puede contribuir al aumento de peso, provocando síntomas similares a la hipoglucemia, como hambre, mareos y dolores de cabeza. Se desconoce el mecanismo exacto detrás de esto, pero generalmente se cree que los ISRS aumentan los antojos de carbohidratos del paciente y reducen la sensibilidad del cuerpo a la insulina, lo que provoca un aumento de peso. La resistencia a la insulina provoca un aumento de peso alrededor de la sección media y reduce el metabolismo del cuerpo. Las instrucciones distribuidas con sertralina recomiendan que los pacientes deben discutir todos los efectos secundarios, incluido el aumento de peso, con sus médicos si los efectos secundarios no disminuyen con el tiempo.
La sertralina generalmente se prescribe primero a 50 miligramos una vez al día. Esta dosis puede aumentarse en 50 miligramos después de una semana hasta alcanzar un máximo de 200 miligramos por día. La conexión entre la sertralina y el aumento de peso aumenta a medida que aumenta la dosis.
El aumento de peso generalmente se considera un efecto secundario grave de la sertralina. Los estudios han demostrado un aumento de peso promedio de 15 a 20 libras (6.8 a 9.1 kg) en pacientes que toman sertralina. El aumento de peso puede causar una mala imagen de sí mismo, problemas de salud y depresión, lo cual es contraproducente cuando se toma un antidepresivo. El propósito de un antidepresivo es disminuir los estados de ánimo depresivos del paciente. La conexión entre la sertralina y el aumento de peso podría desviar esos esfuerzos.
Hay varias formas en que se puede limitar el aumento de peso mientras se toma sertralina. La sertralina aumenta los antojos de carbohidratos del paciente, por lo que debe limitar la ingesta de alimentos y dulces con alto contenido calórico. Una dieta y un régimen de ejercicio que minimice la ingesta calórica y ayude a quemar calorías puede ayudar a contrarrestar cualquier aumento de peso mientras toma sertralina. El ejercicio también mejora las tendencias depresivas de una persona al hacer que se sienta mejor y más saludable.
La conexión entre la sertralina y el aumento de peso no es el único efecto secundario de este medicamento. La sertralina recetada para los trastornos del estado de ánimo incluye otros efectos secundarios como somnolencia, mareos, problemas para dormir y disminución del deseo sexual. Estos efectos secundarios se reducen con el paso del tiempo. Cualquier paciente que experimente rigidez muscular, náuseas, dolor de cabeza, dificultad para concentrarse o alucinaciones mientras toma sertralina debe buscar atención médica inmediata.