Los diferentes tipos de tratamiento de hidronefrosis generalmente dependen de la ubicación de la obstrucción, ya que el objetivo inicial es drenar la orina atrapada. Una vez que se ha eliminado la orina, el enfoque del tratamiento cambia para garantizar que el problema no vuelva a ocurrir. El tratamiento de hidronefrosis generalmente comienza con un catéter o un tubo insertado en el cuerpo para drenar el líquido. Una vez que se ha completado, el bloqueo a menudo debe eliminarse mediante cirugía.
Eliminar la orina atrapada y aliviar la presión sobre el riñón es el objetivo principal del tratamiento de hidronefrosis, ya que es importante para prevenir el daño renal. A menudo, esto se logra a través de un catéter que se inserta en la vejiga. Sin embargo, el tratamiento para la acumulación de orina a veces incluye la inserción de tubos blandos directamente en el riñón. En la mayoría de los casos, un bloqueo en el tracto urinario superior requerirá un tubo, mientras que un bloqueo en la sección inferior requiere un catéter.
Drenar la orina del interior del riñón es una parte esencial del tratamiento de hidronefrosis, pero no aborda el problema subyacente. Por lo general, es necesario eliminar el bloqueo; de lo contrario, la orina se acumulará nuevamente con el tiempo. No todos los casos requieren cirugía, pero la mayoría sí.
Al igual que con el proceso de drenaje, el tipo de cirugía para la hidronefrosis depende de la ubicación del bloqueo. Sin embargo, el tratamiento de hidronefrosis para eliminar el bloqueo es esencial; si se deja durante un período prolongado, la afección puede causar daño renal permanente. En el pasado, se usaban técnicas de cirugía abierta o laparoscópica, pero la cirugía endoscópica ahora es más común para esta afección y generalmente es menos invasiva.
Si el bloqueo se debe a un estrechamiento del uréter, que es un tubo que lleva la orina a la vejiga, es posible que se requiera cirugía para extirpar esta sección. Si la afección es causada por un cálculo en el riñón, a menudo también se requiere la extracción. Muchas personas se recuperan por completo de la cirugía de hidronefrosis, siempre que la afección se detecte relativamente temprano.
El tratamiento adecuado también depende de la gravedad de la afección y de si es crónica o aguda. Si la afección es crónica, lo que significa que se acumula lentamente, el tratamiento generalmente no es urgente, pero deberá ocurrir en algún momento. Si los síntomas son más agudos, es posible que sea necesario realizar el drenaje de la orina más rápidamente para evitar daños a los riñones a largo plazo.