¿Qué tan segura es la risperidona para los niños?

Por lo general, es seguro administrar risperidona a niños mayores de cinco años. Cuando un niño comienza el tratamiento con este medicamento, es importante comenzar con una dosis baja que aumente gradualmente hasta que el niño esté tomando la cantidad adecuada de medicamento. Pueden ocurrir una serie de efectos adversos junto con el uso de risperidona en niños, por lo que los médicos controlarán cuidadosamente a sus pacientes pediátricos para asegurarse de que el medicamento no les esté causando daño. Para niños y adolescentes con trastorno bipolar o esquizofrenia, la risperidona solo se recomienda para tratamientos a corto plazo. Los niños más pequeños con autismo pueden beneficiarse del uso prolongado de este medicamento en una dosis más baja.

En el tratamiento de la esquizofrenia, se considera seguro administrar risperidona a niños mayores de 13 años. Esta enfermedad a menudo se vuelve sintomática en la adolescencia, por lo que es poco probable que los niños menores de 13 años muestren signos de esquizofrenia. Los ensayos médicos han establecido que es seguro que los niños con este trastorno tomen una dosis de hasta 6 miligramos, aunque 3 miligramos es la dosis estándar. Se sabe que este tratamiento solo es seguro hasta por 8 semanas, por lo que los médicos que deseen extender el tratamiento con risperidona para niños con esquizofrenia examinarán periódicamente a estos pacientes para asegurarse de que no haya efectos adversos.

Los niños de hasta 10 años pueden recibir risperidona de forma segura en el tratamiento del trastorno bipolar. La dosis adecuada para este tratamiento suele ser de 2.5 miligramos, aunque 6 miligramos sigue siendo una dosis segura. La risperidona para niños con trastorno bipolar generalmente solo se administra durante tres semanas porque no se ha evaluado la seguridad de este medicamento durante períodos más prolongados.

A los niños autistas de hasta 5 años de edad se les puede administrar risperidona de manera segura. En el tratamiento de este trastorno, el fármaco se administra en dosis bajas que dependen del peso y la tolerancia del niño al fármaco. En general, se debe administrar la dosis efectiva más baja, porque la risperidona para niños con autismo puede administrarse como un tratamiento a largo plazo.

Hay una serie de efectos secundarios potencialmente graves que pueden ocurrir con el uso de risperidona en niños. Los padres deben estar atentos a los signos de mareos, falta de coordinación o somnolencia, que pueden hacer posible que los niños se lastimen accidentalmente. Este medicamento también puede aumentar el riesgo de desarrollar hiperglucemia y diabetes, afecciones que deben controlarse de cerca para que no causen daños irreversibles.