Los problemas de la chimenea pueden variar desde un inconveniente menor hasta un gasto importante, o incluso un problema de salud grave. Una chimenea es generalmente una estructura vertical que se usa para conducir gases o humo de una estufa, chimenea, caldera u horno al ambiente exterior. Ya sea que se use una chimenea para ventilar el gas de una estufa de leña o de gas, es importante identificar, tratar y prevenir los problemas de la chimenea.
Uno de los problemas más comunes de las chimeneas es la acumulación de creosota en las paredes internas de la chimenea. La creosota es una sustancia pegajosa y olorosa que se forma cuando los gases de la quema de madera se combinan y se enfrían en la chimenea. Los depósitos de creosota son particularmente comunes en estufas y chimeneas de leña herméticas, que producen temperaturas más frías en la chimenea. Si no se evita o se trata, la creosota se acumula sobre sí misma y causa el estrechamiento de la chimenea y otros problemas de la chimenea, incluidos olores desagradables, corrosión de las paredes de la chimenea e incendios en la chimenea.
Hay varias formas de lidiar con la creosota, como cambiar a calefacción de gas o aceite. Si eso no es práctico o deseable, es importante mantener la chimenea a una temperatura superior a 250 grados Fahrenheit (121 grados Celsius) y limpiar la chimenea a fondo al menos una vez al año. El uso de madera seca también puede ayudar a prevenir la acumulación de creosota, ya que genera menos vapor y es menos probable que enfríe la temperatura de la chimenea. Las estufas de leña modernas a menudo atrapan los gases y los queman antes de que lleguen a la chimenea, evitando así la formación de creosota. La construcción de la estufa también puede reducir la cantidad de acumulación de creosota, por lo que es útil discutir las opciones para el tamaño de la chimenea, la ubicación, los revestimientos, el tamaño de la chimenea y otras variables con un distribuidor de estufas antes de instalar una estufa.
La construcción deficiente o desactualizada también puede provocar varios otros problemas de la chimenea. Las chimeneas de gran tamaño y sin revestimiento a menudo tienen temperaturas frescas y, como resultado, corrientes de aire deficientes. Esto significa que, a medida que los gases se enfrían, en lugar de salir de la chimenea hacia la atmósfera, se condensan y quedan atrapados en la estructura.
La acumulación de vapor de agua puede provocar corrosión en la chimenea y en el hogar, si el vapor regresa al interior. Los gases también pueden acumularse y filtrarse de regreso al hogar, causando posibles problemas de salud. Los problemas de construcción a menudo se pueden resolver con un revestimiento de chimenea moderno, pero a veces puede ser necesaria una nueva chimenea.
Una chimenea bloqueada también puede hacer que el humo u otros subproductos peligrosos del fuego se filtren nuevamente dentro de la casa. Los nidos de pájaros son un culpable común y pueden eliminarse simplemente con una limpieza minuciosa y de rutina. La acumulación de creosota y los ladrillos sueltos o el material de la chimenea también pueden hacer que el humo no suba correctamente por la chimenea y vuelva a entrar en la casa. La limpieza, el revestimiento y la reparación de la chimenea deberían solucionar estos problemas.