Una canasta de mimbre para lavar la ropa puede evitar que la ropa sucia se acumule en el piso y puede combinarse con la decoración de una casa. Sin embargo, el mimbre tiene sus limitaciones. Puede absorber la humedad y los olores, y su tejido apretado puede dificultar la limpieza en comparación con el plástico liso. El mimbre también puede enganchar la ropa y causar roturas u otros daños.
La función simple es quizás la razón más importante para llevar una canasta de mimbre para la ropa a casa. Las cestas de mimbre ayudan a mantener los dormitorios y los baños ordenados y limpios. Las tapas son útiles para mantener la ropa sucia fuera de la vista y evitar que los olores se propaguen por la habitación.
Una de las mayores ventajas del cesto de mimbre para la ropa es su apariencia. Aunque una bolsa de lavandería o un cesto de plástico también pueden contener ropa sucia, muchas personas consideran que esos artículos son menos atractivos. Por otro lado, se puede elegir una canasta de mimbre para la ropa que combine con el dormitorio o el baño en color y estilo. Cuando se coordina con su entorno, la canasta de mimbre se integra, pero otros elementos se destacan como colecciones de ropa sucia.
Las cestas de ropa hechas de mimbre son fuertes y resistentes, capaces de soportar las cargas de ropa más pesadas. Las cestas de plástico, por otro lado, son propensas a agrietarse. La mayoría de las cestas de mimbre para lavandería también son considerablemente más grandes que las bolsas de lavandería y las cestas de plástico, lo que las hace más capaces de manejar la ropa de la semana.
Existen algunos problemas potenciales al mantener la ropa sucia en una canasta de mimbre para la ropa. Por ejemplo, el mimbre es una fibra natural y absorbe la humedad de la ropa húmeda y los baños llenos de vapor. La humedad atrapada puede decolorar el mimbre y convertirse en un caldo de cultivo para el moho y los hongos.
La humedad también puede ayudar a que los olores se adhieran a una canasta de mimbre para la ropa. Los olores de la ropa sucia, especialmente la ropa que se deja en el fondo de la canasta durante períodos prolongados, pueden transferirse a la canasta misma. Incluso cuando el artículo se retira y se limpia, el olor puede permanecer.
El mimbre también es difícil de limpiar. Los derrames sobre una superficie de mimbre se filtrarán en el tejido y llegarán a lugares donde no se pueden limpiar. La ropa muy sucia también puede dejar suciedad y mugre en la canasta y puede resultar difícil de quitar. Algunas personas usan un forro de tela dentro de la canasta de mimbre para ayudar a resolver este problema. El revestimiento se puede quitar y lavar cuando sea necesario.
Tejer con mimbre deja extremos expuestos que pueden engancharse y dañar la ropa. Los suéteres y las prendas de punto son especialmente vulnerables, pero un enganche inadvertido puede tirar de los hilos sueltos o incluso hacer agujeros en casi cualquier prenda de vestir. Las cestas y bolsas de superficie lisa no tienen este problema.