¿Debo dejar que mi hijo tenga un chupete?

Decidir presentarle un chupete a un bebé es una decisión que es mejor dejar en manos de los padres, pero cuando se solicita el consejo de un experto sobre el tema, las opiniones varían. Algunos expertos en desarrollo infantil creen que los chupetes pueden dificultar el desarrollo del habla y el crecimiento adecuado de los dientes. De manera similar, los defensores de la lactancia materna creen que crean «confusión en los pezones», una condición que puede afectar la lactancia. Sin embargo, hay otros que creen que los chupetes no causan ningún problema de desarrollo.

El propósito de un chupete es ayudar al bebé a aprender a calmarse a sí mismo. Para un bebé, la succión es un reflejo natural con el que nace. Si bien su capacidad natural para succionar es lo que les permite alimentarse casi de inmediato desde el nacimiento, la succión es una acción tranquilizadora para muchos bebés.

En algunos hospitales, se introduce un chupete en la sala de recién nacidos después del parto. Si decide que no desea que su hijo use uno, debe dar a conocer su preferencia con anticipación. Muchos bebés que nunca tienen uno simplemente lo reemplazan y encuentran el mismo consuelo chupándose los dedos o el pulgar. Si planea amamantar, debe consultar con un consejero de lactosa sobre la introducción de uno.

La razón principal por la que los padres dudan en presentarles a sus hijos un chupete es por el apego a largo plazo. Sin embargo, tenga en cuenta que puede optar por usar un chupete para calmarse a sí mismo durante la infancia y destetarlo cuando lo retire del biberón o del pecho. Por el contrario, algunos padres temen que sus hijos se chupen el dedo si no tienen chupete y temen que se desarrolle un hábito mucho más difícil de romper.

Por lo general, es mejor adoptar un enfoque atento. Cada bebé es diferente y algunos bebés aprenden a calmarse sin ayuda. Algunos bebés no aceptan un chupete incluso cuando se les presenta uno. Otros bebés pueden quejarse constantemente si no tienen un objeto al que transferir sus instintos de succión en todo momento. Preste atención a su bebé y haga lo que le parezca más natural. Muchos bebés usan uno durante algunos meses y luego se deshacen de él a medida que se desarrollan.

A menos que tenga su propia filosofía arraigada sobre el uso de chupetes, simplemente puede esperar, observar y responder cuando su bebé lo necesite. No debe usar uno como un medio para posponer la alimentación o para reprimir el llanto necesario, pero puede usarlo de manera segura para ayudar a su hijo a calmarse a sí mismo si responde a él. Asegúrese de prestar mucha atención al uso seguro de estos objetos y no le dé a un niño un chupete que esté roto, partido o agrietado.