La puerta de la trampilla del ático correcta puede depender del tamaño, la ubicación y el propósito de este espacio de almacenamiento. Si rara vez accede al almacenamiento del ático, una puerta que simplemente se deslice sobre la abertura podría ser una buena opción. Para el espacio del ático al que se accede con frecuencia, una puerta con una escalera abatible podría ser una mejor opción. Si su ático también sirve como espacio habitable, es posible que desee elegir una puerta de pared para las rodillas, especialmente si ya hay escaleras que conducen a esta habitación.
La puerta de la trampilla del ático puede ser muy simple o elaborada. Uno de los tipos más simples consiste en un panel de madera, que se desliza sobre la parte superior de la abertura. Para acceder al espacio del ático, esta puerta normalmente se empuja hacia arriba y luego se desliza hacia un lado. Una ventaja de este tipo de puerta es que es económica y fácil de instalar. Aun así, es posible que deba usar una escalera para acceder a la puerta, por lo que hacer uso del almacenamiento del ático podría ser incómodo.
Si cree que una puerta corrediza puede ser difícil de usar, una con una escalera abatible podría ser una mejor opción. Este tipo de puerta de trampilla de ático normalmente contiene una palanca que se tira cada vez que necesita abrir la puerta. Una de estas puertas puede funcionar bien si simplemente planea usar el espacio del ático para almacenamiento; sin embargo, no debe usar la escalera con frecuencia, como cuando hay un dormitorio ubicado allí. Una ventaja de este tipo de puerta de trampilla para ático es que puede impedir que entre más aire frío en su hogar que una puerta corredera. No obstante, es posible que deba instalarlo un profesional, lo que podría convertirlo en una opción más cara.
Una puerta de pared para las rodillas podría ser una mejor opción si usa esta área para dormir o para espacio de oficina. Una de estas puertas se parece mucho a otras puertas interiores, pero puede ser algo más corta según el diseño de su ático. Una puerta que tenga alrededor de 3 a 4 m (0.92 a 1.2 pies) de alto podría ser la mejor opción si tienes paredes muy cortas. Esta pequeña puerta podría funcionar bien para el dormitorio de un niño, pero puede ser difícil de usar para los adultos. Si sus paredes son lo suficientemente grandes, una puerta de entre 5 y 6 m (1.53 a 1.83 pies) de altura podría facilitar el acceso a su ático sin importar para qué tenga la intención de usar este espacio.