¿Cómo cuido un bonsái de glicina?

El bonsái de glicina es apreciado por los entusiastas del bonsái debido a las fragantes flores en cascada que florecen en sus ramas. La mayor parte del cuidado de este bonsái se centra en aumentar la producción de flores o preparar el árbol para la floración. Este espécimen puede crecer mucho, por lo que requiere una maceta grande y una buena cantidad de luz solar para prosperar. El cuidado también debe incluir un riego adecuado y el tipo adecuado de fertilizante. La poda debe realizarse para estimular la floración y para darle al árbol una forma bien cuidada.

Se debe usar una maceta grande y profunda al plantar un bonsái de glicina. El árbol se puede cultivar a partir de semillas, pero la mayoría de la gente prefiere cultivar uno a partir de esquejes, que crecen a un ritmo mucho más rápido. Para obtener los mejores resultados, se debe utilizar una tierra para macetas rica y bien drenada. Por lo general, el bonsái de glicina no comienza a producir flores hasta que tiene entre 10 y 12 años, y debe replantarse anualmente.

Esta variedad de bonsai crece mejor si se coloca en un área que reciba pleno sol durante la mayor parte del día, aunque puede tolerar la sombra parcial. Además de colocarse en un área soleada, el bonsái de glicina debe dejarse crecer en un lugar que esté bien protegido del viento. A medida que el árbol aumenta de tamaño, tiende a volverse pesado en la parte superior y puede ser derribado fácilmente por fuertes ráfagas.

En comparación con otras variedades de árboles bonsai, la glicina requiere mucha agua. La tierra en la que se coloca en maceta debe mantenerse húmeda, pero no mojada, en todo momento. Un bonsái de glicina se puede regar a diario o colocar en una bandeja con agua. Toda el agua en dicha bandeja debe ser absorbida por la planta antes de agregar más.

Un fertilizante de calidad mantendrá el árbol sano y fomentará la floración. El bonsái de glicina tiene una bacteria en sus raíces que le permite obtener nitrógeno del aire, por lo que el mejor fertilizante para él es bajo en nitrógeno y alto en potasio y fosfato. Cuando un árbol maduro está floreciendo, debe fertilizarse una vez a la semana.

Podar un bonsái de glicina puede hacer que las flores florezcan y también mantendrá su forma atractiva. Un árbol arreglado puede tomar muchas formas diferentes, pero la mayoría de los jardineros experimentados con la formación de bonsáis eligen los estilos informales verticales o en cascada. La poda agresiva debe realizarse a principios de la primavera cortando los brotes y dejando solo dos o tres hojas en cada uno.