¿Qué implica la eliminación del asbesto?

Eliminar el asbesto puede ser un trabajo largo y peligroso. Se sabe que la exposición al asbesto causa enfermedades debilitantes y mortales como la asbestosis y el mesotelioma, e incluso una pequeña cantidad de exposición puede ser tóxica. Para eliminar el asbesto de manera segura se requiere el equipo de seguridad adecuado y el conocimiento de cómo hacer el trabajo correctamente. En algunos casos, incluso puede ser más seguro contratar a un experto en remoción de asbesto con licencia.

En los Estados Unidos y otros países, el asbesto es omnipresente en los hogares y edificios públicos que se construyeron antes de la década de 1980. En algunos países, el amianto todavía se utiliza en la fabricación. Cuando el amianto está presente en los materiales de construcción, existe el riesgo de que, a medida que estos materiales se degraden con el tiempo, se liberen fibras de amianto al aire. La inhalación de fibras de asbesto es un riesgo para la salud, por lo que para muchos propietarios, eliminar el asbesto es una preocupación importante.

Hay varias formas de lidiar con el amianto. Por lo tanto, al eliminar el amianto, la primera elección que debe hacerse es el método de eliminación. Esto dependerá del tipo de material que contenga asbesto involucrado, la condición de los materiales y la cantidad que deba eliminarse. En este punto, es prudente trabajar con un contratista de asbesto con licencia para determinar el mejor método de eliminación, incluso si el propietario planea hacer el trabajo sin ayuda profesional.

Si bien puede parecer contrario a la intuición, la eliminación total del asbesto es en realidad la forma más peligrosa de lidiar con la sustancia. Esto se debe a que la eliminación total del amianto presenta el mayor riesgo de liberar fibras al aire. Por esta razón, la eliminación completa suele ser un último recurso, y siempre que sea posible se utilizan otros métodos para tratar el asbesto.

En algunos casos, es posible reparar los materiales que contienen amianto dañados. Sin embargo, este método puede ser casi tan peligroso como la remoción. Otro problema es que si el daño es severo, intentar las reparaciones solo puede retrasar la resolución del problema, ya que en algún momento es probable que sea necesaria la eliminación completa. En estos casos, eliminar el asbesto por completo puede ser mejor que tratar de repararlo.

Si los materiales de amianto no necesitan ser removidos, hay dos opciones para tratarlos de manera segura: encapsulación y cerramiento. Encapsular el asbesto significa recubrirlo con un sellador que contiene acrílico que atrapa las fibras de asbesto y evita que se transporten por el aire. Este es un método eficaz para tratar el amianto si solo hay una pequeña cantidad de material que tratar. Encapsular el amianto antes de su eliminación también puede ayudar a reducir los riesgos asociados con la eliminación.

La última opción para lidiar con el asbesto se llama recinto. Esto implica envolver o cubrir de otro modo los materiales para que las fibras transportadas por el aire queden atrapadas dentro del recinto. El cerramiento puede ser un método eficaz si el asbesto se encuentra en un área de la casa que no se usa mucho, como un ático. Si se utiliza este método, es importante asegurarse de que el recinto, así como los propios materiales de amianto, nunca se alteren con perforaciones u otros tipos de daños.

Cualquiera que sea el método utilizado, la eliminación del asbesto requiere que se tomen algunas precauciones de seguridad para evitar la exposición. Se debe usar un respirador con filtro HEPA, así como ropa protectora, si existe un alto riesgo de fibras de asbesto en el aire. Si se trata de un gran proyecto de remoción al aire libre, es posible que sea necesario colocar letreros de advertencia alrededor del perímetro del edificio. En todos los casos, se debe consultar a las autoridades locales antes de comenzar un proyecto de eliminación de amianto, para asegurarse de que se cumplan todas las leyes pertinentes.