Los calentadores de zócalo hidrónicos usan agua caliente u otro líquido para controlar la temperatura en una habitación o área. Colocados a lo largo de la base de una pared, estos calentadores aspiran aire frío en la base, que se calienta y empuja hacia afuera de la parte superior del calentador para calentar la habitación. Las bajas temperaturas de funcionamiento externas permiten que se instalen al ras contra una pared o zócalo sin dañar la estructura.
La tecnología detrás de los calentadores hidrónicos se ha utilizado desde la década de 1940 y ha evolucionado a partir de los radiadores de hierro fundido. Los calefactores modernos de este tipo son más ligeros y fáciles de instalar que sus predecesores. En un sistema integrado, el agua se canaliza desde una caldera central a los calentadores de placa base, con una tubería de retorno que canaliza el agua enfriada de regreso a la caldera para su reutilización. Los calentadores se pueden separar en zonas, con termostatos para cada área, lo que permite un mejor control de la temperatura. Hay disponible una gama de cubiertas para calefactores de zócalo para coordinar con la decoración de una habitación sin obstruir su calor.
Este tipo de sistema es permanente. Estos sistemas de calefacción generalmente se agregan cuando se está construyendo una casa porque la plomería involucrada hace que sea difícil agregarlos a una estructura ya existente.
Los calentadores de zócalo hidrónicos eléctricos tienen un elemento calefactor y un líquido sellado dentro del calentador, por lo que no tienen que estar conectados a las tuberías de la casa. Estos calentadores están conectados a la fuente de alimentación doméstica y la mayoría se puede conectar a un termostato remoto. Son más fáciles de instalar en una estructura existente que en una vinculada a la plomería del hogar, pero el cableado requerido no permite la reubicación fácil de un calentador.
También se encuentran disponibles calentadores de zócalo hidrónicos eléctricos portátiles, que se pueden conectar a cualquier tomacorriente doméstico estándar. Por lo general, son más pequeños que los conectados a la energía doméstica y calientan un espacio más pequeño. La temperatura es controlada por un termostato directamente en la unidad.
Los calentadores de zócalo hidrónicos tienen una serie de ventajas. Suelen ser silenciosos y eficientes. Al ser sistemas cerrados, estos tipos de calentadores no requieren que el propietario agregue líquido periódicamente. Además, el calentamiento hidrónico no seca el aire ni esparce polvo o alérgenos.
Sin embargo, junto con estas ventajas, existen algunas desventajas potenciales. Debido a su ubicación en el zócalo, los calentadores ocupan espacio en la pared y no deben bloquearse con muebles, cortinas u otras obstrucciones. También calientan un espacio con relativa lentitud y, a diferencia de los sistemas de calefacción de aire forzado que se pueden conectar a un sistema de aire acondicionado, los calentadores hidrónicos están necesariamente separados de los de refrigeración.