La pólvora negra es un explosivo que se fabrica mezclando carbón vegetal molido, azufre y nitrato de potasio, también conocido como salitre. Hasta mediados del siglo XIX, fue el principal explosivo utilizado para disparar armas, hacer fuegos artificiales y detonar minas y canteras. Desde entonces ha sido suplantado por explosivos más eficientes y estables, aunque todavía lo utilizan los entusiastas de las armas antiguas y algunos especialistas en efectos especiales. La pólvora negra está disponible a través de varios fabricantes, aunque esta sustancia que se quema fácilmente es lo suficientemente peligrosa como para restringir la propiedad y el transporte en algunas regiones.
El polvo negro más antiguo fue desarrollado por los chinos alrededor del siglo IX EC. Los chinos lo usaron para armas de fuego y fuegos artificiales, junto con otras aplicaciones, y se extendió lentamente hacia Occidente. A medida que las armas de fuego se volvieron más sofisticadas, el uso de este explosivo se generalizó, hasta el desarrollo de otros explosivos como la pólvora sin humo y la nitroglicerina.
Una receta básica de polvo negro tiene 75% de nitrato de potasio, 15% de carbón vegetal y 10% de azufre. Estos ingredientes se muelen para crear un polvo de textura uniforme, que tendrá una velocidad de combustión variable, según el tamaño de los granos de polvo. Uno de sus principales defectos es que, cuando se queman, estos ingredientes crean partículas contaminantes y el azufre tiende a descomponerse en un compuesto corrosivo que puede ser duro para las armas en las que se utiliza.
Uno de los usos más clásicos de la pólvora es en armas de fuego, donde se utiliza para propulsar la bala. Se quema muy rápidamente y, en el ambiente confinado del cañón de una pistola, produce una explosión de gases calientes que se expanden rápidamente y hacen que la bala salga. Las balas modernas incorporan sus cargas explosivas en sus casquillos, pero las armas tradicionales deben empaquetarse con pólvora, guata y dispararse en un proceso minucioso que podría ser peligroso en las caóticas condiciones de una batalla.
En los fuegos artificiales, la pólvora se puede mezclar con varias sustancias coloreadas. También se ha utilizado históricamente como carga explosiva en la minería y para dar forma tosca a piedras para mampostería, aunque desde entonces este uso se ha abandonado en favor de explosivos más seguros y fiables. Los entusiastas modernos de las armas antiguas a veces se reúnen para disparar pólvora negra y otros eventos que celebran la herencia de este armamento. Muchas fórmulas modernas están diseñadas para producir menos residuos y contaminación, lo que las hace más agradables de usar.