Las materias primas vegetales son plantas comercialmente útiles que se pueden utilizar para producir una variedad de productos, desde medicinas hasta combustibles. Se pueden cultivar en granjas e invernaderos para satisfacer la demanda, y también se pueden recolectar en la naturaleza si no se adaptan bien al cultivo. La investigación y el desarrollo con materias primas vegetales es un proceso continuo en los laboratorios de muchas regiones del mundo. Incluye el desarrollo de nuevos usos para plantas que ya se sabe que tienen valor comercial junto con la exploración de nuevas plantas con aplicaciones potenciales. Los especialistas en este campo estudian temas como biología, botánica y química.
El uso de materias primas vegetales es antiguo en muchas culturas humanas, donde las plantas se han utilizado para producir medicinas, tintes y fibras durante miles de años. La medicina sigue siendo una aplicación común. Las plantas pueden procesarse para producir medicinas tradicionales a base de hierbas o productos farmacéuticos más complejos si producen compuestos que no se pueden sintetizar con éxito. Esto requiere controles cuidadosos para mantener los productos puros y consistentes por naturaleza y probarlos para determinar qué hacen y cómo deben entregarse.
Las materias primas vegetales también se utilizan para fabricar fibras y productos relacionados, como telas y papel. Las plantas pueden ser duraderas y resistentes en una variedad de entornos, dependiendo de cómo se procesen. El algodón, el lino y el bambú se utilizan comúnmente en estas aplicaciones. Como materias primas para la fabricación, pueden cultivarse a gran escala para hacerlas más rentables.
Ciertos combustibles se pueden fabricar con materias primas vegetales, que también se pueden procesar para producir otros productos químicos valiosos. Los biocombustibles, como se les conoce, dependen de recursos renovables para generar energía, en lugar de productos derivados del petróleo. Una variedad de cultivos produce aceites adecuados para su procesamiento en combustible. Los investigadores que trabajan con materias primas vegetales pueden centrarse en aumentar la eficiencia para hacer que la producción de combustible con plantas sea más práctica y apropiada que el uso continuo de combustibles fósiles.
La investigación en curso sobre nuevas aplicaciones para las plantas puede incluir estudios químicos para aprender más sobre las propiedades de las plantas, así como pruebas que produzcan varios tipos de productos con plantas. Los técnicos en este campo pueden trabajar con una variedad de plantas para identificar nuevas especies comercialmente valiosas. Muchas instalaciones tienen un interés específico en desarrollar procesos más amigables con el medio ambiente y pueden buscar plantas para lograrlo. Su trabajo puede culminar en patentes si los inventores pueden desarrollar un proceso patentado para un uso no obvio de una planta.