El hormigón bituminoso es un tipo de material de construcción que se utiliza para pavimentar carreteras, entradas de vehículos y estacionamientos. Está hecho de una mezcla de piedra y otras formas de materiales agregados unidos por un agente aglutinante. Este agente aglutinante se llama «betún» y es un subproducto del refinado del petróleo. Tiene una textura espesa y pegajosa como el alquitrán cuando se calienta, luego forma una superficie sólida densa una vez que se seca. El hormigón bituminoso también se conoce como asfalto en muchas partes del mundo.
A pesar de su nombre, este material es bastante diferente al hormigón estándar y no contiene cemento. Si bien la mayoría de las superficies a base de cemento son blancas o grises, el concreto bituminoso es conocido por su distintivo aspecto negro. A menudo se coloca sobre una capa de base de grava para formar nuevas carreteras y estacionamientos, pero también se puede verter sobre concreto existente para reparar o suavizar baches y huecos. Una vez que se ha vertido el hormigón bituminoso en la calzada, los instaladores utilizan grandes máquinas pavimentadoras para alisar y compactar la superficie.
Si bien la pavimentación de asfalto no ofrece la misma resistencia que el hormigón tradicional, sigue siendo el material más popular para la mayoría de las aplicaciones de pavimentación. El hormigón bituminoso es lo suficientemente resistente para soportar años de tráfico de vehículos y es relativamente fácil de reparar o reacabar. También proporciona una conducción más suave y silenciosa que las superficies de cemento, lo que ayuda a reducir la contaminación acústica alrededor de las carreteras y otras carreteras con mucho tráfico. El pavimento de asfalto también es completamente reciclable, aunque los productos reciclados pueden no ser tan fuertes como las materias primas. Algunos fabricantes agregan llantas recicladas o agregado de vidrio al asfalto reciclado para aumentar su fuerza y resistencia.
Muchos de los inconvenientes asociados con el hormigón bituminoso se refieren a su impacto sobre el medio ambiente. Los aglutinantes bituminosos del asfalto se derivan de combustibles fósiles. Los combustibles fósiles no solo son no renovables y tienen un suministro limitado, sino que también contribuyen a la contaminación de varias maneras. El proceso de obtención de los combustibles libera humos tóxicos al aire, que contribuyen a la mala calidad del aire y al calentamiento global.
El asfalto también desprende un olor distintivo durante y después del proceso de pavimentación. Este olor proviene de los agentes aglutinantes bituminosos, que con el tiempo liberan gases aún más dañinos en el aire. La lluvia y la escorrentía de aguas pluviales también pueden hacer que los contaminantes del concreto se laven a los arroyos y vías fluviales del área. Algunos de los efectos ambientales negativos del hormigón bituminoso pueden reducirse mediante técnicas de pavimentación alternativas, incluida la reducción de la temperatura del asfalto caliente antes de verterlo.