¿Qué es un actuador de presión?

Un actuador de presión es un dispositivo que desencadena una acción en respuesta al aumento o disminución de la presión dentro de un cilindro. Un ejemplo se puede encontrar dentro de un automóvil, donde un conductor aumenta la presión en un sistema de frenos al pisar los pedales, lo que opera los frenos y reduce la velocidad del vehículo. Los actuadores de presión pueden convertir una pequeña cantidad de trabajo en energía significativa y también pueden operar automáticamente, no solo en respuesta a un comando de un operador. Se encuentran en una amplia variedad de dispositivos.

El dispositivo incluye un pistón dentro de un cilindro, con un diafragma sensible a la presión. Con algunos diseños, el actuador de presión permanece abierto en un estado neutral y necesita presión para cerrarse, mientras que otros funcionan al revés. Los cambios de presión mueven el pistón hacia arriba y hacia abajo del cilindro, lo que mueve un vástago de válvula y activa los sistemas conectados al dispositivo. Esto puede ser parte de un sistema hidráulico, lo que permite la amplificación de energía para realizar tareas como detener un vehículo o levantar pesos muy pesados.

Algunos actuadores de presión están llenos de fluidos, mientras que otros pueden usar gases. En un sistema controlado por un operador, una acción como pisar un pedal o presionar un botón cambia la presión y activa el funcionamiento del actuador de presión. Otros sistemas operan automáticamente. Por ejemplo, un sistema de rociadores en un edificio puede responder a los cambios de presión causados ​​por el aumento de calor para abrir los rociadores y apagar un incendio con agua, espuma supresora o gases inertes, según el entorno.

Cuando se rompe un actuador de presión, es posible que no funcione correctamente. El dispositivo podría atascarse en la posición incorrecta o podría no responder a la presión. Al igual que otras piezas mecánicas móviles, los actuadores de presión necesitan inspecciones periódicas para confirmar que están en buen estado de funcionamiento y comprobar si hay signos de problemas, como piezas gastadas o diafragmas dañados. Si un dispositivo no funciona correctamente, un técnico puede reemplazarlo o un componente para solucionar el problema.

El tamaño, la ubicación y la posición de un actuador de presión pueden variar según el sistema. Los mecánicos están familiarizados con el funcionamiento de los sistemas que manejan y, por lo general, pueden adaptarse a sistemas similares para abordar problemas con sus actuadores de presión. A veces es necesario tomar precauciones especiales antes de comenzar a trabajar, como drenar las líneas para aliviar la presión antes de abrir un sistema presurizado. Las advertencias pueden estar impresas en el equipo, además de aparecer en la documentación adjunta en un esfuerzo por reducir el riesgo de accidentes.