Una transmisión segura se refiere a un proceso que implica proteger el acceso a datos de propiedad a medida que se transfieren desde un punto de origen a un punto de terminación. Proporcionar esta transferencia segura de datos es muy importante en una serie de actividades comerciales, incluido el acceso a los datos dentro de una red o incluso con algo tan simple como realizar un pedido en un sitio minorista en línea. La idea de una transmisión segura es asegurarse de que solo el destinatario autorizado por el remitente reciba realmente los datos transmitidos, y que no haya oportunidades de interceptación y duplicación entre el remitente y ese destinatario.
Garantizar la transmisión segura de datos es fundamental para el funcionamiento de muchas entidades comerciales y gubernamentales. Las empresas recopilan datos de propiedad exclusiva y confidenciales que tienen que ver con clientes, fórmulas de productos, datos sobre investigación y desarrollo y finanzas que no están destinados a ser divulgados a personas ajenas a la estructura de la empresa. Por esta razón, no es inusual que las empresas exijan que ciertos tipos de transmisiones estén protegidas de alguna manera, de modo que solo las personas autorizadas puedan recibir y hacer uso de los datos. Una de las formas más comunes de administrar esto es mediante el cifrado, que esencialmente evita que cualquier persona sin las autorizaciones y los códigos adecuados acceda y haga uso de los datos de cualquier manera. Por lo general, se implementan medidas de seguridad informática interna para identificar cualquier intento de violar el cifrado y detener el esfuerzo lo más rápido posible.
Una estrategia de transmisión segura viable ayuda a minimizar el potencial de interceptación de datos de varias formas. La estrategia implicará evitar el uso de la suplantación de identidad, en la que un pirata informático intenta acceder a los datos enmascarando como un usuario autorizado. Este enfoque también incluirá cajas de seguridad que ayudarán a identificar la brecha física de cobre o fibra óptica utilizada para interceptar, copiar y posiblemente alterar la transmisión en un punto entre el remitente y el destinatario. Por ejemplo, un minorista en línea que ha asegurado adecuadamente el proceso de compra hace posible que los clientes ingresen información personal, incluidos números de automóvil de crédito o débito, y los oculta de cualquier intento no autorizado de leer el detalle de la transacción durante o incluso después de la ejecución.
Es importante tener en cuenta que incluso una transmisión segura puede romperse en algún momento, dados los constantes avances en la tecnología que pueden hacer que las protecciones más antiguas sean ineficaces. Por esta razón, los profesionales de sistemas de información tienden a estar constantemente buscando formas de mejorar las protecciones existentes, evitando que la red esté sujeta a amenazas emergentes. Junto con actualizaciones consistentes, el esfuerzo por mantener protocolos de transmisión seguros también implicará monitorear constantemente la actividad de la red y tomar medidas rápidas para investigar y tratar cualquier anomalía que se identifique.