La programación OpenGL® es un proceso mediante el cual alguien crea imágenes generadas por computadora (CGI) a través de código en lugar de a través de un programa que presenta un conjunto de herramientas gráficas. Este proceso a menudo implica la creación de código que ejecuta una serie de procesos diferentes, que a su vez es utilizado por el software para mostrar imágenes. Alguien puede usar la programación OpenGL® para crear imágenes bidimensionales (2D) o tridimensionales (3D), las cuales se utilizan a menudo en los videojuegos. La creación de CGI a través de estos programas frecuentemente implica el uso de varios métodos de programación y una gran cantidad de código para indicar cómo deben aparecer y actuar los objetos dentro de un entorno.
Se pueden crear diferentes elementos en imágenes generadas por computadora o CGI mediante el uso de la programación OpenGL®. Este proceso a menudo comienza con la creación de un documento de diseño u otro trabajo que permite al programador comprender completamente lo que necesita crear en OpenGL®. En este punto, el programador puede comenzar a planificar el proceso de programación OpenGL® que necesita usar para crear los objetos y efectos usados dentro de la escena. Luego, ese programador crea el código de computadora, que es utilizado por el software para representar los diferentes elementos de una escena CGI.
Se pueden crear objetos y escenas 2D o bidimensionales y 3D o tridimensionales a través de la programación OpenGL®, según el enfoque que adopte el programador. En su forma más simple, una persona puede usar código para indicar dónde deben ubicarse los puntos en el espacio, utilizando los ejes que se usan a menudo para trazar gráficos en matemáticas. Estos puntos individuales establecidos en la programación OpenGL® se denominan vértices. Cada uno puede conectarse a otros puntos mediante líneas, que luego pueden crear diferentes formas, y estas formas pueden crear imágenes 2D o conectarse entre sí para formar la superficie de un objeto 3D.
Luego, se usa programación OpenGL® adicional para establecer diferentes tipos de texturas que se pueden aplicar a los objetos dentro de una escena. Estas texturas son imágenes 2D que básicamente se envuelven alrededor de los objetos 3D, un proceso llamado mapeo de texturas, que hace que los objetos parezcan más realistas y les da más variación. La programación OpenGL® se utiliza para todos estos procesos, además de la creación y asignación de luces en una escena, así como efectos como niebla, fuego y agua. El beneficio de utilizar este tipo de enfoque es que los objetos creados a través de dicha programación pueden ser reconocidos y replicados fácilmente por numerosos sistemas informáticos, lo que permite que el software se ejecute en diferentes configuraciones de hardware de manera más simple.