¿Qué es un controlador WLAN?

Un controlador de red de área local inalámbrica (WLAN) es un dispositivo electrónico que administra grupos de puntos de acceso a la red inalámbrica que se derivan de la misma conexión de datos. Se utilizan en lugares como aeropuertos, edificios de oficinas y centros comerciales donde se proporciona Internet inalámbrico en un área grande. Específicamente, se utiliza un controlador WLAN para administrar funciones como seguridad, voz y servicios de ubicación.

Con la afluencia de dispositivos capaces de utilizar una red inalámbrica, proporcionar acceso inalámbrico se está convirtiendo rápidamente en una necesidad, en lugar de un lujo, para que las empresas atiendan a sus clientes. El beneficio de ofrecer WLAN en un área grande es proporcionar acceso a Internet móvil para un gran número potencial de usuarios con diferentes niveles de acceso. Muchas empresas optan por ofrecer dicha movilidad para aumentar la productividad. En lugares como aeropuertos y centros comerciales, el acceso de invitados se puede ofrecer gratuitamente o por una pequeña tarifa durante un período de tiempo limitado.

Un controlador de WLAN hace posible administrar tales redes donde un solo enrutador inalámbrico o múltiples puntos de acceso serían insuficientes o abrumados. Tradicionalmente, si un lugar como un aeropuerto optaba por ofrecer acceso inalámbrico, se configuraría con tantos puntos de acceso autónomos instalados como sea necesario para proporcionar la cobertura necesaria. Cada nodo, como se los conoce, debería configurarse de forma independiente con la configuración correcta para el acceso de invitados, el ancho de banda y las limitaciones de seguridad.

Hay una serie de desventajas inherentes a este tipo de configuración ad hoc, que generalmente se resuelven incorporando un controlador WLAN. El primero se relaciona con el concepto de equilibrio de carga. Si un nodo en particular experimenta un tráfico inusualmente intenso, puede ralentizarse a medida que el punto de acceso alcanza su máximo en todo momento. Un controlador WLAN es capaz de contrarrestar esto distribuyendo la carga a través de todos los nodos disponibles.

El uso de un controlador WLAN también significa que la política de seguridad, el cifrado y otras configuraciones solo deben configurarse una vez en una ubicación centralizada. Esto elimina la necesidad de configurar cada punto de acceso individualmente, lo que a su vez simplifica y mejora enormemente la escalabilidad de una red inalámbrica en crecimiento. Una red controlada por WLAN también puede ser administrada más fácilmente por menos técnicos, lo que reduce los costos de personal.

Una red que incorpora un controlador WLAN también puede ofrecer una conectividad perfecta cuando se mueve entre nodos individuales. Tal libertad es algo que no es posible cuando cada punto de acceso se configura por separado. Para los usuarios conectados a través de un teléfono móvil o un dispositivo similar, esto puede ser muy beneficioso.