Una nanocomputadora es un tipo de computadora que se emplea comúnmente en el campo de la nanotecnología. Esencialmente, una nanocomputadora es un dispositivo informático microscópico. Si bien el concepto de nanocomputadora ha existido durante varias décadas, la percepción de la tecnología continúa evolucionando a medida que es posible almacenar y utilizar datos y funciones en sistemas que son cada vez más compactos en diseño.
En años pasados, el concepto de nanocomputadora se pensaba en términos de ser una pequeña computadora que lograría todas las tareas asociadas con los grandes cerebros electrónicos de las décadas de 1940 y 1950. Con el tiempo, a medida que la tecnología hizo posible que los mainframes más pequeños superaran las capacidades de esos cerebros electrónicos anteriores, comenzó a surgir la idea de la nanocomputadora como un dispositivo que no solo era pequeño sino posiblemente incluso de naturaleza microscópica. Hoy en día, la idea general de una nanocomputadora implicaría la inserción del pequeño dispositivo dentro del cuerpo para ayudar a respaldar las funciones naturales de los órganos, tratar enfermedades y, en general, realizar tareas específicas que el cuerpo ya no puede realizar sin algún tipo de asistencia.
El potencial de una computadora microscópica parece no tener fin. Junto con el uso en el tratamiento de muchas dolencias físicas y emocionales, la nanocomputadora a veces se concibe para permitir lo último en un dispositivo portátil que se puede usar para acceder a Internet, preparar documentos, investigar varios temas y manejar tareas mundanas como el correo electrónico. . En resumen, todas las funciones que actualmente se logran con computadoras de escritorio, portátiles y dispositivos de mano serían posibles con una nanocomputadora que se inserta en el cuerpo e interactúa directamente con el cerebro.
En la actualidad, una nanocomputadora que sea viable para uso general en aplicaciones domésticas o comerciales sigue siendo más una ficción que una realidad. Sin embargo, la tecnología continúa encontrando formas de almacenar cantidades cada vez mayores de datos en un solo chip de computadora. A medida que los aspectos mecánicos de la tecnología informática continúan dando como resultado dispositivos externos más pequeños, el concepto de una nanocomputadora que hace uso de una interfaz bioquímica se vuelve más factible. Hay defensores del concepto de nanocomputadora que creen que estos implantes microscópicos estarán disponibles para la población en general en algún momento durante las próximas dos décadas.