La piratería de juegos es una actividad en la que las personas hacen y distribuyen copias de un juego de computadora o consola sin la autorización del desarrollador del juego y del propietario de los derechos de autor del juego. Las estimaciones sobre la tasa de piratería de juegos varían, y algunas empresas afirman tasas de hasta el 90%, mientras que otras tienen cifras más conservadoras. Las preocupaciones sobre la piratería de juegos han llevado a las empresas a utilizar una variedad de técnicas para intentar subvertir la piratería, que van desde hacer que las versiones de sus productos estén disponibles de forma gratuita hasta tener procesos complejos para validar sus productos cuando la gente los usa.
La gente comete piratería de juegos por varias razones. Algunas personas lo hacen con fines de lucro, comprando versiones legítimas de juegos con el fin de copiarlos y venderlos. Algunos piratas de juegos venden discos duros o discos cargados con numerosos juegos, por lo que la gente puede comprar un gran paquete de juegos pirateados. Otras personas copian y distribuyen juegos para amigos para que puedan ahorrar dinero o porque no se dan cuenta de que lo que están haciendo se considera piratería. Por ejemplo, si un juego permite que las personas tengan cinco copias instaladas y alguien les pasa copias a cuatro amigos y ellos a su vez las pasan, el comprador original habría estado contribuyendo a la piratería del juego al entregar las versiones legítimas.
Los titulares de derechos de autor se sienten frustrados por la piratería de juegos porque les priva de los beneficios que podrían haber obtenido del juego. Las empresas que lanzan sus juegos de forma gratuita también pueden sufrir la piratería de juegos, ya que a los consumidores se les pueden vender copias pirateadas de juegos que pueden obtenerse legalmente de forma gratuita, o los consumidores pueden obtener una copia pirateada cargada con malware que dañará su computadora o sistema de juego. Las preocupaciones por la seguridad se han convertido en un tema importante para muchas empresas de juegos a medida que la piratería se vuelve más sofisticada.
Algunas medidas para prevenir la piratería de juegos incluyen el uso de claves de registro que los usuarios deben usar para validar los productos cuando los cargan, junto con el uso de certificaciones que no se pueden duplicar para que los consumidores tengan la seguridad de que están comprando un producto genuino. Las empresas también han utilizado técnicas como proporcionar actualizaciones automáticas para sus productos que marcarán a los usuarios que están jugando con una versión pirateada de un juego y lanzar copias de prueba o copias con funcionalidad limitada para que las personas puedan probar juegos gratis sin necesidad de piratear copias.
Las personas pueden ser procesadas por piratería de juegos en virtud de las leyes de infracción de derechos de autor. Dependiendo del alcance de la piratería, las personas pueden enfrentar multas y encarcelamiento por piratear juegos. Las personas que usan juegos pirateados sin saberlo, como alguien que compró un juego que se anunciaba como legítimo, generalmente no enfrentarán sanciones siempre que puedan demostrar que la compra se realizó de buena fe.