Las personalidades de los personajes en novelas, prosa o cualquier otra obra literaria se representan ante el público mediante una caracterización directa o indirecta. A través de la caracterización directa, el autor le dice al lector acerca de esos rasgos característicos. Por el contrario, la caracterización indirecta muestra al lector esas características. Esta forma de caracterización generalmente se logra a través de una combinación de habla, pensamientos, efectos, acciones y miradas, conocida como el método STEAL.
El primer método de caracterización indirecta es usar el habla de una manera que represente adecuadamente al personaje y revele ciertas cualidades sobre el individuo. Los rasgos y la personalidad de los personajes se revelan al lector mediante el uso del diálogo. Este discurso puede ser pronunciado por un personaje individual, revelando ciertas características sobre sí mismo, o puede ser un diálogo hablado por otro personaje sobre el individuo.
Esta forma de caracterización también requiere que el autor transmita cierta personalidad y rasgos característicos a través del pensamiento de los personajes. Muchas novelas y otras obras literarias revelan al lector los sentimientos y pensamientos privados de un personaje. Por ejemplo, en lugar de simplemente decir, «Adam se sintió triste», que sería un ejemplo de caracterización directa, el autor podría transmitir la tristeza de Adam al lector al revelar los pensamientos privados del personaje. A través de la expresión indirecta de pensamientos y sentimientos, los lectores pueden desarrollar una mejor comprensión y una relación más estrecha con el personaje.
Un tercer método consiste en mostrar el efecto que tiene el personaje en otros individuos. Esto generalmente se logra al revelar los pensamientos y acciones de los otros personajes en relación con el individuo. El autor debe mostrar cómo se sienten los otros personajes sobre el individuo, así como cómo interactúan con el personaje. Este método es quizás uno de los más difíciles de lograr porque tiene una doble caracterización, lo que significa que el autor debe mostrar las reacciones de otros personajes para revelar el efecto y la caracterización indirecta del individuo en cuestión.
Los dos últimos métodos se logran revelando las acciones y la apariencia del personaje. En lugar de simplemente decirle a la audiencia cuáles son las acciones del personaje, el autor muestra las acciones revelando el comportamiento del individuo. Por ejemplo, si Adam está emocionado, el autor lo demuestra al revelar las acciones de Adam en lugar de decir: «Adam estaba emocionado». De la misma manera, las características físicas de un personaje se revelan al lector a través de métodos indirectos, como decir: «Los ojos azul claro de Adam brillaron con anticipación».