El método socrático es uno de los enfoques más antiguos y poderosos para enseñar y desarrollar habilidades de pensamiento crítico. Al eliminar las pretensiones de certeza, el método tiene como objetivo provocar una comprensión más profunda de cualquier tema. Básicamente, debes cuestionar todo; No dejes ninguna posibilidad sin tocar.
El método socrático lleva el nombre de Sócrates, un filósofo que vivió en Atenas alrededor del 470 a.C. Sócrates ganó fama por involucrar con frecuencia a otros en conversaciones que intentaban definir ideas amplias como belleza, virtud, justicia, coraje, templanza y amistad al discutir sus ambigüedades complejidades. Durante sus conversaciones, Sócrates se colocó en la posición de alumno, lo que obligó a sus encuestados a actuar en el papel de maestro. Sin embargo, dado que muchos creían que Sócrates tenía una mayor comprensión de los temas discutidos, su inversión de roles se conoció como ironía socrática.
Si bien el método socrático se puede utilizar eficazmente para guiar a otros hacia una mejor comprensión de materias establecidas como las matemáticas, con mucha frecuencia se utiliza para estimular el crecimiento positivo en la calidad del discurso humano. Es decir, el método busca eliminar todas las nociones de comprensión completa de cualquier tema para eliminar las barreras que rodean un mayor nivel de conocimiento. Sócrates dijo que lo único que sabía era que no sabía nada en absoluto.
El método socrático reconoce que creer en cualquier cosa más allá de una sombra de duda puede ser peligroso, y que aferrarse a lo que pensamos que sabíamos puede atraparnos, impedirnos saber realmente algo. Al reconocer estos principios básicos, el método abre la puerta a un diálogo que busca descubrir el verdadero significado. Sin embargo, cuando se eliminan todas las nociones preconcebidas, las personas pueden sentirse asustadas, a la defensiva o ansiosas; emociones que pueden convertir un diálogo igualitario en una discusión, un lado contra otro.
En el método socrático, el interrogador asume un papel subordinado, uno de búsqueda de conocimiento. Esto es muy importante, ya que deja caer las defensas y proporciona un nivel de comodidad que permite al interrogador y al entrevistado hablar libre y abiertamente. El método se basa en una auténtica modestia del interrogador. Las actitudes de humildad y los objetivos compartidos evitan que el interrogador y el entrevistado se conviertan en oponentes.
El método socrático comienza cuando el interrogador le hace al encuestado una pregunta como «¿Qué es la belleza?» Una vez que el encuestado responde, el interrogador le hace una serie de preguntas con propósito que llevan al encuestado a responder con una respuesta que prueba que su respuesta original a «¿Qué es la belleza?» Es falsa. Una vez que el encuestado se da cuenta de que su respuesta original no es válida, el interrogador vuelve a preguntar: «¿Qué es la belleza?» Quitar la confianza del encuestado de que tiene una comprensión clara de la belleza prepara al encuestado para pensar críticamente.
El verdadero propósito del método socrático no es definir la belleza, la justicia o cualquier otro tema complejo, sino mejorar a los seres humanos aumentando su comprensión. El método usa tus propias palabras para convencerte de que sabes menos de lo que pensabas originalmente. Cuando está menos seguro, se ve obligado a abrir su mente a varias posibilidades que no había considerado.
Responder preguntas que lo lleven a descubrir la respuesta o una nueva forma de pensar le brinda una gratificante sensación de eficacia que también puede mejorar su confianza. En lugar de simplemente que te digan cómo o qué pensar, el método socrático te permite pensar por ti mismo. Esta habilidad única de encontrar su propio camino es gratificante y satisfactoria; lo más importante, es duradero.