¿Qué es el triángulo de referencia?

En lingüística, el triángulo de referencia es un modelo para explicar cómo las palabras transmiten significado. A veces también se le llama triángulo de Ogden-Richards por su significado o triángulo semiótico. En términos sencillos, el triángulo de referencia dice que una palabra sugiere una idea en la mente del oyente. La idea se conecta a un objeto del mundo real.

El triángulo de referencia fue propuesto por primera vez por CK Ogden e IA Richards en su libro de 1923 El significado del significado. Este libro fue un trabajo pionero en el campo de la semiótica, que es el estudio de los signos, incluidas las palabras, y la relación entre los signos y sus significados. Está relacionado con la pragmática, que se ocupa de la relación entre las oraciones y sus significados del mundo real.

Según Ogden y Richards, el proceso de creación de significado consta de tres partes: el símbolo, el pensamiento o referencia y el referente. El símbolo es la palabra en sí, como las letras «silla». Cuando una persona ve u oye el símbolo “silla”, tiene una imagen mental o una colección de ideas lógicas relacionadas con la idea de una silla: un mueble generalmente con cuatro patas diseñado para sentarse. Este es el pensamiento o la referencia. Si la referencia es adecuada, el oyente puede conectarla con el referente, una silla que existe en el mundo real.

El triángulo de referencia, aunque sigue utilizándose como modelo para las relaciones semióticas en el siglo XXI, tiene algunas fallas potenciales que limitan su aplicabilidad. En particular, el triángulo se ocupa únicamente de la relación entre la palabra y el significado en la mente de una sola persona. No tiene en cuenta ninguna variación, por ejemplo, en las ideas de dos personas diferentes relacionadas con la palabra «silla».

Ogden y Richards, junto con otros teóricos conocidos como estructuralistas, a menudo asumieron una relación uno a uno entre símbolos y referentes que, de hecho, pueden no existir realmente. Estas dificultades, entre otras, formaron la base para trabajos posteriores en semiótica, como el realizado por Jacques Derrida a mediados y finales del siglo XX. Derrida propuso una teoría «postestructuralista» de la semiótica, que niega las relaciones simples de las teorías semióticas anteriores.