Si bien existen muchas definiciones diferentes de lo que constituye una novela clásica, la mayoría de las veces se acepta que los clásicos son novelas de importancia literaria que han resistido la prueba del tiempo y siguen siendo populares años después de su publicación. Por lo general, contienen temas amplios y globales que se pueden aplicar a cualquier período de tiempo. Un clásico generalmente contiene algún tipo de atractivo generalizado y universal que resulta en que sea leído y aceptado por una amplia audiencia de personas diversas. Por lo general, también contiene una cualidad artística única, ya sea una historia brillante o un estilo de escritura atractivo, que lo distingue de otras obras literarias.
Hay mucho debate sobre lo que hace una novela clásica; De ninguna manera existe un conjunto de reglas bien definido para definir una obra como un clásico. Tradicionalmente, un clásico es una obra escrita en griego antiguo o en latín, pero en términos modernos, sin embargo, el término puede aplicarse a cualquier obra que sea un modelo sólido de su forma. La mayoría de las novelas clásicas ampliamente observadas tienen al menos varias décadas de antigüedad y todavía se leen ampliamente. Algunas personas aplican el término a novelas muy recientes y las llaman «clásicos modernos».
También existe un debate sobre qué estilos de novelas pueden considerarse clásicos y, tradicionalmente, solo se podían incluir narrativas de ficción estándar. En los últimos años, sin embargo, algunas novelas gráficas se han denominado novelas clásicas. Algunas personas reaccionan a esto con sorpresa, ya que las autoridades literarias rara vez se toman en serio las novelas gráficas. Algunas novelas gráficas, sin embargo, cumplen con los criterios comunes: narrativas de ficción ampliamente leídas que tienen temas universales poderosos y se han mantenido populares durante décadas.
Si bien un clásico generalmente tiene alguna cualidad única que lo distingue de otras obras de su época, también tiende a basarse en las tendencias literarias del pasado. Los escritores tienden a leer mucho y tener bastante conocimiento, por lo que no es raro encontrar influencias de otros escritores y otras obras artísticas importantes en sus novelas. La historia de la literatura y de los temas que aborda una novela clásica suelen desempeñar un papel importante en el conjunto de la obra.
Independientemente de la definición que se utilice, es un gran honor que una novela se considere un clásico. Las novelas clásicas tienden a conmover a las personas y ayudarlas a definir el mundo que las rodea. Su confrontación de los principales temas universales hace que la gente piense y los anima a formarse sus propias opiniones sobre esos temas. Quizás sea este nivel de influencia más que nada lo que realmente define una obra clásica.