Una regla de impacto es una regla legal que establece que las personas que deseen reclamar daños por angustia emocional deben demostrar que también sufrieron daño físico. Esto se aplica a situaciones en las que las personas demandan por daños causados por un comportamiento negligente. Los agravios intencionales, como la difamación, que están diseñados para causar angustia emocional están exentos de la regla de impacto, porque probar que el acusado cometió el acto en cuestión demuestra que ocurrió angustia emocional.
La razón detrás de las reglas de impacto es que puede ser difícil demostrar que alguien ha sufrido un sufrimiento emocional. Las personas reaccionan de manera muy diferente a diferentes situaciones y no existe una medida clara para determinar si se produjo o no angustia y qué tan grave fue. Tener una regla de impacto está diseñado para evitar situaciones en las que las personas presenten demandas por molestias en un intento de recibir una indemnización por daños y perjuicios.
Un ejemplo común utilizado para ilustrar la forma en que puede funcionar una regla de impacto es un accidente automovilístico. Si un padre y un niño están involucrados en un accidente, y el niño se lesiona pero el padre no, el otro conductor puede ser utilizado para daños relacionados con el daño físico experimentado por el niño, pero no el daño emocional experimentado por el padre. Por el contrario, si el padre o la madre resulta herido en el accidente, puede presentar una demanda por daños físicos y emocionales.
No todas las regiones tienen una regla de impacto y la interpretación de tales reglas es variable. Algunos jueces son muy estrictos al revisar los casos para determinar si pasan o no esta prueba, mientras que otros brindan más indulgencia. Las personas que se oponen a las reglas de impacto argumentan que es posible experimentar angustia emocional sin daño físico como resultado de la negligencia de otra persona. Por ejemplo, alguien que es testigo de un accidente automovilístico perturbador puede tener pesadillas o experimentar ansiedad alrededor de los automóviles sin haber resultado herido en el accidente.
Las reglas de esta naturaleza están diseñadas para prevenir demandas por molestias en el derecho civil. Si bien en general se acepta que las personas que sufren lesiones como resultado de las acciones de otros deberían poder demandar por daños y perjuicios, también se acepta que algunas limitaciones son importantes. Sin límites, existe la posibilidad de que alguien pueda sufrir lesiones como resultado de una demanda recurrente o una serie de demandas por molestias. Es muy importante equilibrar estos límites para garantizar que los derechos legítimos no sean infringidos por los límites de las demandas civiles.